Tanto mi amigo el Rubio como un servidor estamos siempre rastreando el universo a la caza de nuevas cervezas. Ambos adoramos esta bebida y no perdemos la oportunidad siempre que una nueva se cruza en nuestro camino. Hace un par de semanas el Rubio regresó de esquiar en Austria y aprovechó para comprar allí ocho botellines de medio litro, con lo que nos tocaba a dos litros cada uno. Me invitó a su casa y ese día nos centramos en beber la Edelweiss Hofbräu Weissbier, la cual se produce en Salzburgo y aunque esta marca es bastante joven (se creó en 1986), la cervecería se fundó en 1475, solo que antes se llamaba Kalte Bräuhaus. Para fabricar esta cerveza se usa agua alpina y los ingredientes típicos en las cervezas de trigo. Produce un montón de espuma al servirla y es sabrosísima. Tiene un cierto sabor a plátano y deja un sabor muy agradable en la boca. El porcentaje de alcohol es del 4,5%, algo bajo para este tipo de cervezas. Jamás la he visto en tiendas o supermercados holandeses con lo que no creo que se exporte y la página web del fabricante solo está en alemán. Esta cerveza ha ganado un montón de premios con lo que con suerte, algún día comienza a llegar a todos los rincones del universo conocido.
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Muralla de Ávila en el club de las 500
Hay que ver como pasa el tiempo. Hace ya siete años que pasé por Ávila y flipé con la muralla. Por suerte después de eso estalló la burbuja inmobiliaria y gracias a eso seguramente se está salvando de moles horrendas como las que se estaban planeando en su interior. Coincido con todos los que piensan que Madrid es una ciudad horrenda pero hay que reconocer que a dos pasos tenemos Ávila o Toledo, lugares muy interesantes para una pequeña escapada. Esta foto la vimos por primera vez en mayo del 2008 en la anotación Muralla de Ávila y hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.
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Atardecer en Kampot
Para cerrar la pequeña serie sobre Kampot y alrededores regresamos al río Preaek Tuek Chhu y nos quedamos con un precioso atardecer en el que el cielo regalaba colores cálidos a destajo y una pequeña barca pasaba cerca de la nuestra. Kampot es un remanso de tranquilidad en Camboya, un lugar perfecto para relajarte después de quemarte viendo templos en Angkor Wat y del mal cuerpo que se te pone en Nom Pen con las movidas de los jemeres rojos. Desde aquí seguí mi ruta hacia Sihanoukville, mi última parada en el país.
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Tulipanes desde el ojo de pez en el club de las 500
Los primeros diez años en Holanda la visita al Keukenhof era un acto religioso. En los últimos tres años me he ido dejando ir un poco y sobre todo ha coincidido con inviernos fríos, los tulipanes tardíos y yo marchándome a algún lugar exótico en Asia en ese tiempo y no he podido ir. Entre los propósitos para este año está el pasarme por allí alguno de los fines de semana de abril y hartarme a hacer fotos. El último año en el que estuve fue en el 2012 pero no he procesado esas fotos y las últimas que puse en la bitácora son del 2010 y esta foto corresponde a esa tanda. La vimos por primera vez en mayo de ese año en la anotación Tulipanes desde el ojo de pez y hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.