Me pones un trailer con una película con temática de ciencia ficción y en la que la voz del robot es la de Scarlett Johansson y me tienes en fila el día del estreno para ir a verla. Obviamente, en España la película pierde el noventa por ciento del encanto porque por más que algún comemielda cante la cantinela que se han aprendido, ese noventa por ciento se perderá en el doblaje, ya que dudo mucho que la pava que pone la voz a la Johansson sea capaz de ponértela gorda y morcillona solo con su voz y eso es algo que esa mujer ha conseguido desde siempre. La película se llama Her y en España se estrenó hace una semana con el mismo título ya que el pollaboba del distribuidor no sabía que podía traducir el título como ELLA. Como en español la hache es mudísima, el título suena como ER.
Un julay friki se encoña de la voz de la pava de su móvil
Un panoli medio acarajotado aún no ha asumido que la chama que se trincaba lo ha dejado por alelado y truscolán. Cuando instala en su telefono móvil un nuevo sistema operativo mágico y maravilloso con voz de chama más caliente que los fogones del infierno, enseguida se encoña de ella y el programa le seguirá el juego mientras él se hace las pajillas pensando que está teniendo sexo con su amada. La cosa evoluciona y tarde o temprano acabará como era de esperar.
La idea de la película es original pero se agota demasiado pronto. Estiran las escenas demasiados y repiten golpes a falta de algo con lo que sorprendernos. Bajo una apariencia de un futuro muy asombroso y de apariencia perfecto, se esconde la infelicidad de la gente, la cual parecen querer ahogar hablando con sus teléfonos sin necesidad de tener a un ser real al otro lado. El protagonista es un buen ejemplo de ese tipo de personas, con una personalidad débil y con pinta de ser uno de esos que tienes que manipular y decirle lo que quieres que hagan para que ellos sean felices. Particularmente no me impresionó la interpretación de Joaquin Phoenix aunque no lo culpo a él sino al guión. Su personaje requiere demasiado tiempo en pantalla intentando hacernos creer que está encoñado de la voz del móvil y conmigo no acaba de funcionar. Los mejores momentos son con su vecina, Amy Adams, que parece tomarse el papel de cachondeo y por eso le sienta tan bien. Por lo demás, con un guión que falla por tantos lados, resultó difícil conectar con el protagonista y su romance me pareció una sucesión de escenas de cliché de cualquier comedia romántica sin demasiadas aspiraciones, con el agravante que el sexo es terrible con el teléfono. Para cuando llega el final realmente te la trae floja si siguen juntos o se separan porque todos sabemos que cada dos o tres años, botas el teléfono y te compras uno nuevo, así que esa relación estaba de antemano condenada al fracaso.
Dudo mucho que un miembro del Clan de los Orcos tenga estómago para tragarse una película sin tetas ni paraíso y con un chamo pajariando en pantalla todo el tiempo. De la misma manera, estoy convencido que los sub-intelectuales de GafaPasta se correrán en el cine de puro gusto. Para los demás, mejor esperar a que la den en la tele.