Solo hay una forma de llegar a las islas Perhentian y es por barco. El viaje desde Kuala Besut toma alrededor de media hora en una de las lanchas que se ven en la foto en el agua y puede ser bastante movidito y húmedo si el mar no está tranquilo. Aunque en ambos lados de la isla hay embarcadero no lo usan y para arañar un poco de dinero más de los turistas te traen en el barco grande (aunque no es mucha la diferencia) y con el cuento de que estos no se pueden acercar a la orilla, tienes que hacer transbordo a una barca como la de la imagen y pagar un par de ringitts para llegar a la costa. Más que la molestia de pagar jode lo de saltar en alta mar de una barca a la otra mientras llevas bolsos, mochila, cámara y demás. Aún así, se supone que este un lugar para hacer un turismo más aventurero que el de los que eligen ir a la costa y meterse en una torre de apartamentos y si lo miramos desde ese punto de vista, al final todo es más exótico.
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Bicicleta escoñada
Cuando alguien abandona una bicicleta en los Países Bajos, o desaparece rápidamente porque otra persona se la lleva para intentar repararla y utilizarla, o la empiezan a despiezar y van desapareciendo partes hasta que no la vemos más. Esta estaba junto a una parada de autobuses en la ciudad de Utrecht y recuerdo verla con la rueda trasera aunque sin el sillín (igual era una bicicleta de esas Divinas que usan las monjas para comunicarse mejor con el Altísimo). Estuve tentado de llevarme el guardabarros delantero para una de mis cutre-bicis pero al final mi vecino me la apañó y la reparó.
En el Álbum de fotos de bicicletas encontrarás un montón de bicis que he ido fotografiando a lo largo de los años
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Islotes en el mar de China meridional
Perhentian significa en malayo Lugar de parada y durante su historia fue ciertamente un lugar en el que paraban los mercaderes que se movían entre Bangkok y Malasia. Hoy en día sigue siendo un lugar de parada solo que ahora llegamos allí turistas que buscamos un sitio tranquilo en el que tomar el sol, disfrutar en la playa, curiosear en el mundo submarino y deleitarnos con paisajes increíbles como el de la foto de hoy, con unos islotes que están cerca y que le dan un toque aún más exótico al lugar.
Estuve un par de veces en este mismo sitio para ver si tenía suerte y podía hacer una espectacular foto con la puesta de sol pero no hubo suerte, o quizás si la hubo y algún día volveré para hacerla. De día la vista que tenemos también es preciosa, con el dorado de la arena, las aguas turquesas y los islotes a lo lejos. La foto la hice en Coral Bay
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Ya tengo mi iPad
A ninguno de los que leen esta bitácora se le escapa que mi universo digital gira en torno a una manzana mordida. En el año 2004 llegó a mi vida Mi iPod mini y desde el año 2005 en el que hice el cambio y me compré un iBook, nunca he vuelto a mirar atrás. Junto a este tengo un mac mini, un iPhone 3G blanco y ahora también un iPad.
Lo encargué a través de la tienda web de apple y me lo trajeron la semana pasada el viernes, día que me quedé trabajando en casa para recibirlo y darle la bienvenida que se merecía. Lo primero que hice fue sacarlo al jardín para que lo conozca y hacerle la foto anterior. Al igual que El iPad de mi madre, el mío también es el modelo de 32 GB con Wifi.
No hace falta justificar el por qué lo he comprado ya que no merece la pena. A estas alturas de la película, los que odian apple ya tienen su alternativa y me alegro infinitamente que puedan comprarse sus teléfonos con el Android y espero que pronto tengan sus clónicos del iPad con el mismo sistema operativo y los disfruten con salud. Me la trae totalmente al fresco sus quejas, sus coñas y demás porque lo único cierto es que llevo cinco años sin virus, sin problemas informáticos, sin tener ni puta idea de lo que sucede en mis ordenadores o teléfono porque todos funcionan, en todos tengo mis fotos, mi música, mis audiobooks y gracias a iTunes, mi vida digital es impecable.
Por supuesto fue sacarlo de la caja, conectarlo a mi ordenador y en veinte minutos tenía TODO en su sitio, con muchas de las aplicaciones que uso en mi iPhone y con otras en versión específica para aprovechar el tamaño de la pantalla. Me llevé un disgusto enorme cuando descubrí que el iPad no tiene puerto USB ni se puede ver cosas con flash JUAS ?? JUAS ?? JUAS Desde el año 2004 tengo un cable conectado a mi ordenador y con el mismo conector puedo sincronizar mi iPod mini, mi iPhone y mi iPad. Si hay algo que no echo en falta en absoluto es un puerto USB y ni nombrar el flash, algo maldito y que tengo bloqueado en todos y cada uno de los navegadores que uso en mi casa o en el trabajo.
Lo primero que notas es la cantidad de espacio disponible. La pantalla se me hace enorme y con una claridad alucinante. El iPad es bastante ligero y la duración de la batería es simplemente algo mágico. Si tienes un iPhone el manejo es instantáneo, no hay que pensar nada porque sabes en donde está todo.
Con algunas de las aplicaciones que uso la diferencia es brutal. Todo es una que he usado desde hace un montón y ahora es simplemente fantástica. Lo mismo sucede con el correo, los contactos, la agenda y las aplicaciones de mapas o youtube. Están diseñadas pensando en este aparato específicamente y se ven gloriosas.
Navegar en Safari para el iPad es una experiencia a años luz de lo que puede ser usar un netbook. Las páginas se ven perfectas y la velocidad es superior a la del Asus que compré para ir de vacaciones por Asia y que ahora abandonará mi casa ya que su ciclo ha concluido y ya lleva un montón de días arrinconado.
Por último comentar que la aplicación para WordPress te permite editar y escribir en tu bitácora usando el teclado de pantalla el cual me ha sorprendido porque pensaba que no sería tan cómodo de usar y ha resultado que sí se puede escribir cosas con el.
En definitiva, que los que no queremos preocuparnos por la informática y solo deseamos que los cacharros funcionen y además apreciamos el que la compañía que elegimos use componentes de calidad y se gaste el dinero en el diseño de una interfaz de usuario fantástica y pensada en nosotros tenemos un complemento perfecto para sustituir al portátil y llevar con nosotros en vacaciones y usar cuando estás tirado viendo la tele, en el tren, en los aeropuertos y en cualquier otro lado. Para los demás, seguro que aparecerán aparatos perfectamente capaces de hacer aquello que queréis y después os agotaréis comparándolos con el iPad e intentando convencernos de lo equivocados que estamos.