Si algún día tengo un coche espero que sea como este, de madera y espero que no contamine. No sabéis lo bien que se vive sin tener un vehículo en la puerta de tu casa, usando la bicicleta y el transporte público para moverte. En ocasiones puede que sea más lento pero siempre es más relajado. Hace un par de días alquilé un coche y para recorrer los cuatro kilómetros que separan mi casa de la estación de Utrecht perdí casi cincuenta minutos. Me sirvió para recordar que no es oro todo lo que reluce y que por más que la gente te explique lo conveniente que es el tener coche propio, lo cierto es que los atascos no tienen nada de divertidos y por muy bonito que me lo pongan, pegarte un montón de horas conduciendo para llegar hasta Luxemburgo o toparte en el regreso con la desagradable sorpresa de tener la autopista A2 cerrada y verte obligado a dar un rodeo de cien kilómetros que además te cuesta más de hora y media por culpa del tráfico no tiene gracia. Me quedo con mis ratos pasados en el tren, relajado, escuchando un audiobook, mirando el paisaje, observando los campos inmensos de hierba y sin tener que preocuparme por todo lo que sucede a mi alrededor.
-
La semana pasada en Distorsiones
Si hay algo por lo que recordaré este año 2009 es porque tengo la impresión de estar Siempre viajando. La semana pasada estuve en Praga unos días, aunque no creo que hable del viaje en bastante tiempo ya que estoy inmerso en los preparativos del siguiente salto. Entre medias, por fin sabemos quienes son los ganadores de Los marcadores del mes de julio y aunque aún no he elegido el premio para el mes de septiembre, ya tengo que preparar el de octubre.
En estos días también he andado De tiendas por Internet ya que si hay algo para lo que es útil la red, es para eso, comprar cosas.
Esta semana vimos algo de Pescaíto fresco o más bien lo olimos gracias a una musulmana que parecía desconocer las reglas básicas de higiene. También la serie de bicicletas hizo su reaparición y vimos una foto de como se puede ir en bici Con los niños en el remolque.
Las fotos son de Giethoorn. Tuvimos Una casa típica holandesa, comprobamos que Es Giethoorn, no Venecia, después vimos que La novia va en barco a su boda y también El pastor llega a la iglesia. Esta semana acabaremos esta pequeña serie y después no tengo ni idea de qué será lo que continúe.
Acabamos con el Cine y tres películas dispares. Primero hablé de la sosa y algo aburrida Passengers, después de un drama increíble llamado My Sister?s Keeper con el que me harté a llorar y acabamos con Tenderness, una película bastante entretenida sobre las posibilidades de reinsercción de un asesino.
Aprovechando el cierre de trimestre, tenemos las estadísticas de estos tres meses veraniegos:
Se nota el declive en el que llevamos todo el año 2009. La Edad de Oro de las Bitácoras ha terminado y parece que han sido arrolladas por los mensajes cortos sin interés alguno y los paneles en los que añades a multitud de desconocidos y los llamas amigos y en donde compites por ser la persona con más amistades. En fin, yo ya he elegido no subirme a ese carro y seguir hasta el final defendiendo un pequeño universo en el que tengo más libertad para escribir sobre lo que me apetece.
-
Tenderness
Las historias de perdedores siempre tienen encanto. Igual es porque nos identificamos con ellos y cuanto peor lo pasan mejor nos quedamos. Si además los perdedores son guapos, pues todavía mejor porque así encima te quedas tan a gustito ya que no somos tan agraciados pero no nos pasan esas desgracias. Una de esas películas de desgraciados a los que su propio destino les ha jodido la vida es Tenderness, la cual no tiene fecha de estreno en España y es poco probable que llegue algún día a la cartelera.
Un julay asesino intenta rehacer su vida pero igual que la cabra tira para el monte, él no puede evitar recaer en aquello que le jodió la vida
Un joven que recién ha cumplido la mayoría de edad sale de prisión después de cumplir unos años por matar a su madre y padrastro. En su reinserción en la sociedad se tropezará con una chica que sabe de su pasado y a la que le van las movidas raras. Completa el triángulo un policía que cree que el chico no debe estar en libertad y que buscará que lo vuelvan a meter en chirona a cualquier precio. Las cosas se van complicando y al final se monta el Belén.
Russell Crowe
es un actor muy solvente cuando quiere y en esta película lo demuestra. Aunque se está poniendo viejo, al menos sabe elegir papeles interesante como el de este policía medio amargado y que tiene una mujer en estado vegetativo y que intenta por todos los medios que un joven que acaba de salir de la cárcel vuelva a la misma porque no se merece la libertad. El chico lo interpreta el actor Jon Foster
, totalmente desconocido para mí y que me convenció completamente. Me daba algo de grima siempre que salía en pantalla y definitivamente no compartiría ni asiento en el tren con él porque me da mal yu-yu. El chico en realidad es un asesino y por más que lo intenta, no puede evitar los instintos que lo empujan a cometer un crimen nuevamente. Su horma de zapato vendrá en la forma de una joven que lo acosará para que le ponga la pierna encima y lo empujará a cruzar esa fina línea que separa lo legal de lo criminal.
Hay momentos muy intensos y la tensión está muy lograda, va incrementándose gradualmente según pasa la película. Al buen trabajo de los actores se une un guión muy logrado y entretenido y lo único que se echa en falta es el desarrollar un poco más las tramas secundarias o si no haberlas quitado porque se ven algo cojas.
Una película a tener en cuenta para una tarde de invierno en el cine con la piba o un grupo de buenos amigos.
-
My Sister’s Keeper
Los buenos dramas son como patadas en el estómago. Te noquean y te dejan destrozado. Da igual de lo que traten, si calan a través de esa membrana que nos protege del mundo exterior y de todas sus desgracias, te aseguras un rato en el que lo pasarás fatal, sufriendo con los protagonistas de la historia. Al mismo tiempo y aunque pueda parecer extraño, en ese sufrimiento obtenemos algo que nos gusta y que nos deja con la sensación de haber visto una buena película. Mi último drama fue My Sister’s Keeper, una película que se estrenará en España a finales de diciembre y de la que aún desconozco el título que le pondrán en español.
A una julay que parieron para quitarle piezas y dárselas a la hermana se le cruzan los cables y se rebota con sus viejos
Una chica que nació después de que la diseñaran para ser genéticamente compatible con su hermana, se empieza a cansar de ser nada más que un envase al que quitar piezas para mantener a la otra con vida. En un punto determinado denuncia a sus padres y los lleva a juicio por su derecho a emanciparse sanitariamente de ellos y evitar que la sigan usando como taller de repuesto sin tener en cuenta las consecuencias que tendrá esto para su vida adulta.
Desde el comienzo de la película sabemos que una de las protagonistas tiene una leucemia rara y que va a morir. Vivimos la angustia de sus padres y sus hermanos y tenemos pocas esperanzas. Después vamos descubriendo detalles de la vida de la familia que siempre gira en torno a la enferma y particularmente de la madre, una mujer decidida a cualquier cosa por salvar a su hija y que no duda en cruzar todos los límites éticos que se le ponen por delante. En un punto determinado quiere que su hija menor done un riñón para la grande y la chiquilla denuncia a sus padres y los lleva a juicio para evitar que hagan esto. La familia y la relación entre todos los miembros se tensará con esta polémica y todos tendrán que definir sus posturas y elegir bando.
No recuerdo una película en la que se llore desde casi el comienzo pero esta es de las que sirven para gastar paquetes de pañuelos. No hay tregua en ningún momento es un drama que va a más y en el que la historia nos va asfixiando con su mal fario y su final terrible que nos vemos venir desde el primer instante. Cameron Diaz
esta fantástica como madre coraje que hace lo imposible por salvar a su hija mayor y la joven Abigail Breslin
esta a su altura y da la talla como la hija que quiere emanciparse de sus padres para así evitar que le sigan quitando trozos para salvar a una hermana que no tiene salvación. Hay momentos de llorar y otros momentos de llorar aún más e instantes en los que la familia nos deslumbra con el amor que se profesan unos a otros. Se combinan perfectamente la desesperanza con la esperanza, el sentimiento de derrota con el de luchar y no rendirse y siempre tenemos la sensación de estar viviendo una historia muy sólida y que parece real.
Te tienen que gustar los dramas para ir al cine porque eso es lo que encontrarás y además, uno de los buenos. Absolutamente recomendada para los amantes del género y aquellos que quieran pasar un par de horas llorando a moco tendido.