Comenzamos nuestra ronda final por la ciudad de Washington D.C. y lo hacemos de noche volviendo a muchos lugares que ya habíamos visto. En esta primera foto tenemos el Capitolio de los Estados Unidos. Las fotos que veréis a partir de hoy las hice cerca de la media noche en una ciudad totalmente desierta y con un par de grados de temperatura. Siempre me ha impresionado la forma en la que la ciudad de Washington D.C. se vacía por la noche.
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Un nuevo curso de holandés
Comenzar de nuevo. Intentarlo otra vez. Y esta vez espero que sea la definitiva porque lo de aprender holandés es que se me atraviesa. Si los libros los llenaran de sexo y boberías seguro que no me costaba tanto pero eso de sentarme durante tres horas a hacer ejercicios destinados a que aprenda el vocabulario relativo a un hospital no me motiva. Aún así, he decidido tirar la casa por la ventana y volver a tomar clases. Aunque ya superé el nivel 2 la vez anterior y me quedé en el nivel 3, he retrocedido para refrescar conocimientos adquiridos en el pasado y desde esta semana hasta el 20 de diciembre iré a un curso para superar los niveles 2 y 3.
La primera clase siempre es la más dura. Has de conocer a un montón de gente y acomodarte a una mecánica que salvo que seas un estudiante profesional es un poco pesada. En este curso iré dos veces por semana, tres horas y cuarto en cada ocasión y lo voy a hacer por las mañanas. Esto ha sido motivo de polémica en la oficina porque normalmente no permiten a la gente acudir a clases durante el horario de trabajo pero mi vida está hecha de excepciones, soy amigable, la gente me quiere sinceramente y de alguna forma me las apaño para que la regla no se aplique a ciudadanos europeos nacidos en colonias ultra periféricas africanas o algo parecido.
El martes llovía un montón y en lugar de ir en bicicleta fui en transporte público. Estaba totalmente convencido que la clase empezaba a las 9.15 y llegué a esa hora llegué encontrándome con que el horario real de comienzo era a las 9.00. Hubo más gente que llegó tarde (¡gracias a Dios!).
Elegir las clases por la mañana tiene mucho sentido. Están menos concurridas, yo ando más lucido ya que no arrastro el cansancio del día y el factor ese que todos queremos evitar no se da en absoluto. Si vas por la tarde aquello parece un congreso de terroristas islámicos, con tías feas como callos quemados y por culpa de las cuales uno tiene que rogar a Dios y a la Virgen María para que cambien las leyes y las obliguen a usar el burka porque dan miedo. Por la mañana es otra cosa, algo que ya descubrimos en mi intento anterior y que por supuesto habéis leído en esta bitácora durante el otoño del 2004.
En la clase tenemos una rusa, una ucraniana (yo pensaba que esos también eran rusos), una de Tayikistán (otra rusa para mí), una de Bangla Desh, una mexicana, una peruana, una latina de los Ángeles, una turca emancipada, una inglesa, una china, un chino y un servidor. Yo solo necesito escucharlos hablar una vez para saber quién no acabará el curso y veo que este año perderemos muchos estudiantes. La profesora es una jovencita encantadora, rubia guapísima nacida y criada en el paraíso Holandés. En la primera parte de la clase el chino que nos tocó dio el canto cuando se quedó completamente dormido mientras la profesora hablaba con la china que se sentaba a su lado. Fue increíble. El hijoputa ni se inmutó cuando abrió los ojos quince minutos más tarde y nos vio a todos estudiándolo con atención. En la segunda clase desapareció y fue reemplazado por una coreana y ya sabéis lo que pienso sobre esa sub-especie que puede ser extirpada de la tierra sin que perdamos nada. Por culpa del cabezón que se gasta ya no volveremos a ver el sol en la clase hasta que se marche, lo cual espero que suceda pronto. La coreana tiene ese tipo de cara fea, aplastada y grande como un globo aerostático que produce tanta repulsión. No entiendo por qué no hay resoluciones de las Naciones Unidas instando a mantener a todos los coreanos bajo arresto en su país. El resto del mundo no tenemos que sufrir con su presencia. No es humanitario.
A la coreana la ignoraré tanto como pueda y rezaré al buen Dios para que le de pasaporte al infierno bien pronto. Con la turca me llevo muy bien porque a ella también le cae mal la coreana. Se ha emancipado y después de quince años encerrada en su casa criando hijos y cocinando para la multitud que vive allí la han dejado salir a la calle para que aprenda holandés, buscarle un trabajo y que aporte algo de dinero a la casa. La mujer ha vivido en este país tres lustros y no ha visto nada del mismo, solo lo que sucede entre las paredes de su casa.
Las rusas de múltiples nacionalidades tienen todas las mismas historias. Aspiraban a vivir en el primer mundo y como sus países son una puta mierda se hicieron unas fotos, se apuntaron en una agencia, las incluyeron en los libros de selección e informáticos holandeses las compraron para poder follar con ellas, tener quien les limpie la casa, fardar con los amigos y prolongar su extirpe en este mundo, que nacer con ceja única y estudiar informática te convierte en un paria en este siglo de los Metrosexuales. Todas tienen novios que las quieren tanto que las sacaron de sus países sin conocerlas y ahora ellas en agradecimiento aprenden el idioma para poder saber qué coño les dicen sus hombres en la cama, aunque yo les podría explicar que el mensaje es muy sencillo: ¡Chúpamela guarra!
Las latinas han sido la sorpresa. Dos de ellas aparentemente son babysitter, chicas traídas al país para que se encarguen de cuidar los hijos de otras y puesto que su negocio es con menores, han de aprender el idioma nacional para comunicarse con las pequeñas bestias. Dos de las latinas se ajustan a este perfil. La otra es punto y aparte y merece su propio párrafo.
Cuando una dice que es de los Angeles si le preguntan sobre el país del que procede yo inmediatamente calculo que además de un complejo de inferioridad de órdago tiene que ser tonta del culo o soplapollas integral. Cuando más tarde nos enteramos que está aquí de vacaciones por dos meses con su nuevo novio holandés y este la ha metido en clases para aparcarla ahí durante unas horas y pasado el periodo de prueba devolverla a los Estados Unidos, hasta la profesora se queda con la boca abierta. A esa le echo yo dos semanas antes de que deje el curso. No se entera de una mierda y se preocupa más del estado de sus uñas y de que su peinado mantenga la forma gracias a toda la laca que ha puesto en el mismo.
Así que con este panorama hemos comenzado el curso y mi plan es hacer al menos una vez por semana un resumen con lo que suceda en la clase. Quiero decir públicamente que echo de menos a LaMasmo, la sensación de mi curso del 2004 y no veo potencial entre las candidatas para substituirla. Y acabamos reflexionando con el hecho de que tengo doce compañeras y una profesora en este curso. De esta me sincronizo con ellas y por venir me viene hasta el renglón.
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R2D2 y C3PO
Gracias a que el National Museum of American History está cerrado para reformarlo han repartido algunos de los objetos más populares entre los otros museos de la Institución Smithsonian. ¡Mirad a quien me encontré en el National Air and Space Museum! A los mismísimos R2D2 y C3PO, por supuesto estamos hablando de originales cedidos por ese santo varón que es George Lucas. Si delante del Spirit of St. Louis se me pusieron los pelos de punta, con estos dos directamente lloré. El dúo de la mejor trilogía de todos los tiempos estaba allí, delante mío, a mi alcance. He visitado lugares impresionantes a lo largo de mi vida, he podido pasear por sitios que forman parte de la historia de la humanidad, ver obras de arte que todos esperamos sean eternas y a pesar de todo, fue con estos dos robots con los que me quedé más de un cuarto de hora mirándolos sin poder creerlo. Solo por este momento mereció la pena mi visita a los Estados Unidos del año pasado.
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Más de lo mismo
Supongo que nunca pudimos imaginar que al final nos comunicaríamos con sistemas tan sofisticados como una bitácora. Al menos yo no lo habría creído si alguien me lo cuenta hace una década. Tampoco es que seamos muchos en este negocio. Los que generan contenido son una minoría. Los que consumen son muchos más. Para dar el salto hace falta algo que no todo el mundo tiene, sobre todo cuando se trata de bitácoras personales. Es muy fácil crear una página que replica noticias y vídeos. Eso lo puede hacer hasta un trozo de carne con ojos. Estamos siendo bombardeados por información, la cual se multiplica tanto que nos aturde. Hace ya tres años que dejé de leer los correos que me llegaban con divertidas presentaciones que no podía perderme, listas para salvar a esta o a aquel de una muerte segura o de una dolorosa ablación y comencé a practicar el bloqueo a destajo de todos los que me bombardean con esa basura.
No puedo hablar por otras personas que mantienen sus propios mundos pero en mi caso este es un lugar muy conocido entre familia, amigos, compañeros de trabajo y colegas de todo tipo. Nunca lo he ocultado, no me he creado un universo paralelo en el que nadie me conoce y en donde puedo decir cosas que en la vida real no podría. Elijo cuidadosamente lo que quiero contar de mi vida y la forma en la que lo quiero hacer y os aseguro que la información se puede interpretar en múltiples niveles. Aquellos que me conocen son capaces de extraer mucho más que los lectores casuales o recurrentes que no conocen mi historia. Imagino que para todos esos que siempre pensaron saberlo todo de mí estos años compartiendo secretillos no han sido sorprendentes aunque sí divertidos. Lo habitual era que yo fuera el que se interesaba por conocer casi todo de los demás y ahora es al contrario, me he vuelto tan ególatra que no dejo de hablar de mí mismo. Y aunque yo lo olvido casi inmediatamente mis amigos cuando me ven se refieren a sucesos que he contado y de los que ya no me acuerdo. Me sucede continuamente y he terminado por aceptarlo. Forma parte del juego. Yo os bombardeo con información sobre mi y vosotros usáis la que queréis y de la forma en que os place.
Todo esto viene a cuento de algo sobre lo que reflexionaba el otro día. Comparaba las relaciones con el círculo de amigos que están en el núcleo de mi mundo y la conclusión es que en mi caso tener una bitácora es algo muy positivo y que ha contribuido a enriquecerlas. Les descubro pequeños rincones que posiblemente no conocían y cada uno entra y lee lo que quiere y cuando le apetece. El sistema funciona muy bien y lo complementamos con conversaciones telefónicas, correos y charlas a través del Messenger. No todo es información digital. Los viejos sistemas siguen funcionando. Mi amigo el Rubio se niega a visitar la página porque dice que no escribo en inglés o en holandés y me obliga a comunicarme con él casi a diario para compartir secretos y mentiras. Como él hay otro montón de gente que son los que hacen que mi vida social sea tan intensa y no pare en casa. A través de la bitácora he conocido a un montón de gente interesante y no estoy hablando de conocimiento virtual sino real. Si alguien queda atrapado en las redes de Distorsiones siempre cabe la posibilidad de que nuestros caminos se crucen.
También hay riesgos y la exposición a desconocidos te trae algunos días en los que te gustaría tener una pistola láser y vaporizar a algunos pero por lo general el balance es muy positivo. Así que al final de todo este rollo lo que queda claro es que seguiré con mi pequeña linterna apuntando a este o aquel rincón y espero que aquellos que lo leen sigan pasándoselo bien y por favor, no le sopléis a más nadie que este lugar existe porque ya somos demasiados.