En la nueva chamba hago cosillas que tienen ramificaciones que llegan a diferentes partes de la empresa y ayer mismo tenía una reunión en la que se juntaba gente de varios países y de varios departamentos. El problema que discutíamos sucede en España y aunque no está relacionado con mis coñas, directamente, sí que lo está, indirectamente, en el espacio ese que yo denomino el ministerio de la magia y en el que cuando alguien no tiene ni idea de como mover un problema en la empresa para solucionarlo, me lo endiñan a mi, que mi puesto de trabajo ya cubre un rango extenso de cosas que no parecen tener relación entre ellas. En la reunión, que era por vídeo, había gente del departamento legal, que parece estar formado completamente por hembras, de los de soporte administrativo y fiscal, que también parece tener un diez mil por ciento de hembras y de los de atención al cliente, de nuevo con un predominio de hembras brutal. O sea, que en aquella reunión, eran un montón de hembras y yo. Dos horas antes, en otra reunión, con comerciales e ingenieros, todos eran machos, lo cual me hizo pensar que creo que en todos los equipos de ingenieros, me parece que hay una hembra, entre unos treinta y pico machos, que en la parte comercial, si existen hembras, aún no he hablado con ninguna y ya ni te digo en los que están instalando y dando soporte a los productos de cara a los clientes, ahí no hay una sola hembra, solo machos. O sea, que se pasan todo el puto día dándonos la vara y contándonos milongas sobre igualdad y todo lo que tu quieras y en la parte técnica, la única hembra que tienen, era el compañero ramonchu, que hace un año, ya con más de cincuenta años y veintipico de matrimonio, decidió que él se quería regalar un coño peludo para los Reyes Magos y en lugar de salirse del armario, es que se cambió de sexo, o comenzó con la movida, que yo no quiero ser el que le de el disgusto y se lo diga, pero mira, que ya a su edad, las hormonas esas no pueden hacer mucho y como no lo conocí antes, no puedo juzgar como era de hombre, pero es que ahora es un callo malayo de hembra, es que te lo cruzas en una calle poco iluminada por la noche y huyes aterrorizado y gritando, es que si te obligaran a elegir, una truscolana, una podemita que no se lave y hasta una orca, se ven muchísimo más apetecibles que la chama esa, que ahora es la punta de lanza femenina en un grupo en el que solo hay hombres, no porque no quieran contratar mujeres, es porque cuando han habido vacantes, no se ha presentado una sola para el puesto, de la misma manera que en la parte legal, no tienen hombres porque no hay macho que haya pedido trabajar allí.
La semana que viene tengo que ir un día a la oficina del norte para conocer a una nueva jefilla de movidas que tampoco deberían acabar a mi alcance pero que por culpa del ministerio de la magia lo hacen y resulta que en ese día, ya tengo tres reuniones organizadas y creo que mi jefe y el Elegido somos los únicos sin hachazo. Los politicastros y las organizaciones marginadoras dirán lo que quieran pero al final, parece que la gente termina arrejuntándose en los mismos grupos que antes, que no hay cambios aparentes. Me ha sorprendido mucho en la parte comercial, yo esperaría que las hembras sean capaces de convencer a los clientes para que compren con la misma eficiencia que los machos, pero igual estoy equivocado, porque haberlas, no las hay y en mi empresa anterior, era algo que simplemente venía de la cultura laboral machista, pero aquí esa cultura no existe y no tienen candidatas.