Los famosos Picos de la casa correspondiente no parecen tan bonitos cuando uno los ve de cerca, pero ahí quedan para la posteridad.
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He VOTAO
Votar o no votar, esa es siempre la cuestión cuando llegan las elecciones y uno es un pobre inmigrante casi en la indigencia. Lo del voto gratuito es un mito que a nosotros casi se nos escapa. Al ser un ciudadano español legalmente registrado como residente en otro país, siempre me llega toda la documentación y los panfletos para que vote por correo y para hacerlo he de elegir el partido con el que quiero perpetrar mi atrocidad, meter la papeleta en el sobre correspondiente, meter este en otro sobre algo mayor, añadir un papel que certifica que soy yo aunque no lo sea e ir con eso a correos. Después tengo que enviar la carta por correo certificado con no se qué vainas más con lo que me levantan unos nueve eurolos, poner el recibo con la pasta gastada en el sobre, cerrarlo y mandarlo.
Si tienes suerte y hay buena voluntad del gobierno reinante en España, es posible que un año más tarde te llegue una carta por correo certificado y en su interior tendrás un cheque con el dinero que te gastaste. En mi caso, ese cheque solo ha llegado una vez, en las anteriores elecciones generales. En todas las que hubo entre el año 2000 y el 2004, alguien se quedó con la pasta, alguien robó ese dinero y se lo apropió ilícitamente. Además, tendré que acudir a una oficina de mi banco y creo que me cobrarán alguna comisión por ingresar el cheque lo que hace que ni me moleste y lo tire a la basura porque mi tiempo no tiene precio y ya casi no quedan oficinas bancarias por el país.
Este año he pasado del tema y me he dirigido al Consulado español en Amsterdam, el cual está en Frederiksplein, muy cerca de la casa donde vivía mi amigo el Turco. El consulado solo abre un sábado al mes, el primero de cada serie mensual y únicamente por dos horas y media, con lo que se impone un madrugón del copón para poder llegar a tiempo y votar. Si eliges esta opción, comprueban tu pasaporte, te hacen un papel que dice que has votao que no sé muy bien si sirve para algo y sellan tu sobre cerrado como para garantizar que nadie lo abrirá y manipulará. Después se lo quedan y aquí paz y en el cielo cristianos.
Esta campaña electoral me está pillando de refilón. No veo debates, no leo información de ningún tipo referente a la misma y mi opinión sobre ambos candidatos es que dan pena, tanto el de la izquierdona como el de la derechona. Pese a todo, no he querido dejar de ejercer mi deber constitucional y ya está consumado. Hace cuatro años, el recuento de las elecciones me pilló volando. Despegué de Holanda con un presidente y un candidato supuestamente favorito y llegué a España con otro ganador. Esta vez es probable que de nuevo me pille el recuento en el aire. Espero que así sea porque no mola nada el llegar a España y en lugar de tener los programas esos de puteo y zorrones te tienes que mascar con unos señores serios y aburridos que analizan algo que ellos llaman la realidad aunque a mí no me lo parece.
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La semana pasada en Distorsiones
Siempre hay un pequeño montoncito de factor sorpresa en la forma en la que se desarrolla la semana y los caminos por los que seguirá mi vida. En esta, estuvo marcada por un resfriado, un virus o algo parecido que me obligó a atracar el barco en casa un par de días para poder recuperarme. Aún así, mi imaginación no se detiene y sigue explorando caminos de todo tipo. Una de las constantes a lo largo de los años en esta bitácora es la de los vínculos y la forma en la que se crean y destruyen. En Cheque en blanco tuvimos una nueva iteración sobre este asunto. El agotamiento y las pocas ganas me llevó a echar mano de los Trocitos de realidad, esos socorridos pedazos de lo que sucede y que a falta de otra cosa mejor me sirven para matar el mono de escribir. Si consigo billete iré a Gran Canaria el fin de semana próximo así que aquellos que conocen la mecánica habitual ya pueden empezar con los preparativos.
Las Fotos siguen siendo de Segovia. Tuvimos Salón en el Alcázar de Segovia, Catedral de Segovia desde el Alcázar, Catedral de Santa María de Segovia, El cielo sobre el Alcázar y Plaza Mayor. Esta semana acabará esta serie y aún no tengo muy claro cuál la continuará pero algo se me ocurrirá.
El Cine sigue llegando a raudales. Por fin pude ver There Will Be Blood – Pozos de ambición, la última de las grandes películas nominadas a los Oscars que me faltaba y además tuvimos el fantástico documental Earth – Tierra, la película de nuestro planeta y la entretenida Cloverfield – Monstruoso.
Por último, una ración mixta. Hubo una nueva receta en la sección de Cocinillas. Fueron unas deliciosas Pechugas de pollo envueltas en hojaldre y también otra de esas extrañas costumbres que hay en este universo de Folclore Nórdico
y cuya anotación se llamó Portavoz de los muertos. Y una Curiosidad, una de esas fotos raras que uno toma de cuando en cuando y que sirvió para escribir ¿Góticas? ¿Neogóticas? ¿Astrogóticas? … o simplemente Petates.Y aquí tenéis eso que siempre añado al final de este resumen:
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Cloverfield – Monstruoso
Un buen trailer equivale a media entrada. Crea curiosidad, despierta los instintos menos básicos de los espectadores y los tendrás ansiosos esperando el estreno de la película. El problema puede comenzar cuando ésta finalmente se estrene y no llegue a dar el tipo. O casi. Hace algo más de un mes vi Cloverfield, conocida en España por el fascinante y estúpido título de Monstruoso. Supuestamente es una película de terror y ciencia ficción, aunque para mí lo del miedo le sobra totalmente y lo dejamos en acción y ciencia ficción.
A unos julays les roban el anís el Mono y se lo toman fatal
Esta es la segunda película que veo en un corto periodo de tiempo en la que tenemos una cámara en mano como la forma de recibir la información. Esto limita nuestra perspectiva y la cantidad de información que podemos recibir pero al mismo tiempo resulta fascinante porque aquello que no podemos ver es lo que nos asusta o preocupa y reaccionamos junto con la cámara. En este caso la historia es de unos jóvenes que se reúnen para una fiesta de despedida de uno de ellos. Durante la fiesta algo terrible pasa en Nueva York y a partir de ahí un pequeño grupo irá en busca de una de las chicas y luego tratará de huir. Lo que ven en el camino es un paisaje de caos y desolación, con el ejército en las calles luchando contra algún tipo de monstruo que parece invencible. Para hacerlo todo más creíble, se eligieron actores y actrices más bien desconocidos y evitar de esa forma la distracción que provoca el conocer al intérprete.
Durante los ochenta y pico minutos que dura la historia, pasaremos de una fiesta de jóvenes tan estúpida como cualquier otra que hayamos atendido a toda una pesadilla de la que cuesta creer que se pueda escapar. No da miedo, pero hay una tensión narrativa que se mantiene sin grandes problemas y si no fuera por los absurdos diálogos y las decisiones tan chorras que toman los jóvenes podría haber sido una gran película. Ahí es donde tenemos el fallo, en frases chorras, en decisiones que los actores que las recitan no se las llegan a creer y también en la forma en la que se retrata a las fuerzas armadas y policiales, ya que si hay algo que no parecen, es real.
Pese a todo, es una buena película de acción que se queda algo corta y que dura tan poco que nos da la sensación de haber asistido a un cortometraje. Una oportunidad perfecta para ir al cine con los amigotes y comentar después los mejores momentos.