Han pasado diez meses desde la última vez que hablé de un libro en estas tierras y alguno puede pensar que me he chichonizado y abandonado los buenos hábitos pero no es así. He seguido escuchando audiobooks a un ritmo constante pero por gandulismo, desidia o por no tener demasiados problemas para escribir sobre otras cosas he ido dejando que la lista de libros a revisar siga aumentando. Intentaré ir dejando caer algunos por aquí, quizás los sábados, quizás no.
Esta nueva temporada comenzamos con un libro que escuché hace meses, prácticamente nada más salir publicado. Se llama Cell y es la última novela de Stephen King, el maestro de todos los maestros, el escritor del que más libros he leído y uno de los pocos que me hace esperar cada nueva novela con un cosquilleo en el estómago (y solo faltan tres días para que llegue la nueva). Creo que en español se tradujo manteniendo el título original por aquello de los caprichos de los editores. La duración del audiobook es de algo más de doce horas.
El libro comienza con un julay que ve como la gente comienza a volverse loca y a atacar a otros sin motivo aparente. Parece un virus de algún tipo y tarda un tiempo en darse cuenta que todo sucedió por culpa de una señal que llegó a través de los teléfonos móviles. El hombre se junta con otros y tendrán que sobrevivir en un mundo en el que una especie de zombies van a por tí tan pronto como te ven. Aprenderán a sobrevivir y se moverán esquivando a estos despojos humanos que poco a poco van adquiriendo una conciencia de grupo y comienzan a actuar en contra del resto de los humanos.
Stephen King ha ido mejorando con el tiempo. Después de unos años en los que escribía obras menores se volvió a poner las pilas y acabó la saga de la Torre Oscura y ha hecho cosas tan interesantes como esta novela. Es de esos libros que te tienes que pegar en una sola tirada. No puedes detenerte, tienes que seguir y seguir y seguir y sabes que en algún momento acabará pero no te importa porque la trama es tan buena que engancha como la mejor de las drogas. No ha tratado un tema original sino que ha reinventado el tema de los zombies dándoles un par de detalles únicos. Los saltos de escenario también son soberbios. Comienzan el libro en la calle, después se refugian en un hotel y desde allí comienzan una peregrinación hacia el norte.
Como en ocasiones anteriores pongo un pequeño extracto y en esta ocasión lo he sacado de la editorial Plaza & Janes:
Día 1 de octubre: Dios está en los cielos, la bolsa está a 10.140, la mayoría de los vuelos llegan a tiempo y Clayton Riddell, un artista de Maine, casi salta de alegría por Boylston Street, en Boston. Acaba de firmar un contrato para ilustrar un cómic que le permitirá mantener a su familia con su arte en vez de tener que dar clases. Ya ha comprado un regalo pequeño (¡pero caro!) a su sufrida mujer y tiene claro lo que va a regalar a su hijo Johnny. ¿Por qué no algo para sí mismo? Clay presiente que todo va a ir mejor a partir de entonces. Pero bruscamente se trantorna todo: se produce una devastación masiva, causada por un fenómeno que más adelante llamarán El Pulso, que se reproduce a través del teléfono móvil. De todos los teléfonos móviles. Clay junto a unos cuantos supervivientes desesperados, se encuentra arrojado a una edad oscura, rodeados por el caos, la hecatombe y una masa humana degradada a su estado más primitivo.
Si te gustan los libros de Stephen King este no te lo puedes perder. Si te gusta la literatura de terror y tensión esta novela te tendrá despierto hasta que la acabes. Si siempre has dicho que Stephen King es una mierda de escritor aunque en tu puta vida te has leído una de sus novelas, entonces sigue revolcándote en esos lodos y disfrútalo.
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