
Ya en el cine es que no tienen ni que excusarse por poner pelis viejunas, sobre todo cuando llenan el cine más que con los nuevos estrenos y no le tienen que pagar a las distribuidoras por la cantidad de espectadores, con lo que ganan más y la gente sale del cine más contenta, que muchas de las pelis nuevas son auténticas bazofias. La peli de hoy tiene la excusa de cumplir treinta tacos y por eso regresó a los cines. Se titula Speed y en España se estrenó con el ostentoso título de Speed: Máxima potencia, que tiene mucho menos gancho que truscoluña no es nación.
Una julay acaba de chófer de Guagua de la línea 20 y busca que un machillo se la empete hasta los pelos de los güevos.
Tenemos una pava que perdió el carné de conducir y que va en guagua a su chamba y resulta que a esa guagua le empetan un explosivo por debajo y se sube un panoli que es de la pasma y que se lo cuenta a todo el mundo y tienen que ir por las calles de Los Angeles a todo meter para no explotar y mientras tanto la chama busca la manera que al chamo se le ponga morcillona y le de uno o varios viajes, pero de los otros. Después de la guagua, como no tuvieron bastante, acaban en un metro sin chófer y que va pa’l quinto coño.
Este es un clásico y que sigue siendo un clásico cuando lo vuelves a ver en un cine. Es una película fantástica, con un guion que te mantiene angustiado continuamente y con un elenco que estaba en estado de gracia. Lo más increíble es ver a Sandra Bullock y Keanu Reeves treinta años más tarde y flipar porque él ha envejecido durante ese tiempo y a ella le han hecho sesenta y tres operaciones en la cara y es una persona totalmente distinta. Hay poquísimo de la Sandra Bullock de 1994 en la versión del 2024 y mira que era una chica guapa y ahora tiene esos labios que parecen succionadores para extraer la lefa de los pechos de hembras que acaban de parir y yo juraría que el agujero del ombligo ahora lo tiene colocado en uno de los ojos. También fue un gustazo volver a ver a Dennis Hopper, que era un pedazo de actor. Si te paras un poco a pensarlo, la película está llena de chorradas, pero está tan bien montada que se te olvida y de dejas llevar por la historia y la disfrutas, por no decir que la banda sonora instrumental es fantástica.
Esto es un clásico que disfrutarán igual los miembros del Clan de los Orcos o los sub-intelectuales con GafaPasta.
