Yo cuando vi estas construcciones en los acantilados de Moher, por supuesto que pensé que son más falsas que truscoluña y que en realidad las hizo don Carmelo, maestro constructor, albañista y chapuzillas. Es que los bloques se ven demasiado perfectos y bien colocados como para pensar que esto lo hizo la naturaleza, sobre todo porque en mi calle y en mi barrio nunca se ha molestado tando al colocar las cosas. De nuevo, aunque podía ser tentador acercarte al borde, las rocas resbaladizas y el viento aconsejan no jugártela y seguir dando la lata en el planeta.
Una respuesta a “Plataformas en el aire”
Si, ni de vaina me acerco yo a menos de 20 metros del borde… 🙂
Salud