Seance


Si tú te crees que porque una peli de terror solo se estrene en un pequeño número de cines y no en mi ciudad, que es como poner un cartel gigantesco diciendo que es malísima o peor, van a conseguir que yo deje de ir a verla, estás equivocado y en una de mis visitas a Amsterdam organicé mi programa para no perderme este nuevo clásico del cine de terror con adolescentes que se ven más viejas que Marujita Díaz, que a ver cuando cancelan a los que ponen a una treintañera un uniforme de colegio con falda corta y pretenden hacernos creer que tienen quince años. La película se titula Seance y en España no tiene ni fecha ni título, aunque la podrían llamar truscoluña no es nación, en lugar de sesión de espiritismo que se ve muy soso.

Una julay llega a un internado en el que se suicidó una pava y empiezan a pasar movidas chungas con ella y sus compañeras, pero sin chimpún.

Todo comienza como una broma a una pava que acaba con su suicidio y con el resto de las hembras esas avejentadas elucubrando con la existencia de un espíritu en la escuela. Llega una nueva y tenemos las clásicas movidas por ver quién tiene los tetones más gordos y tal y cuando las empiezan a atacar, como que se acojonan, aunque la historia irá dando bandazos para llegar a un final de esos que si tienes facilidad para vomitar, te puede provocar unas arcadas que no veas y hacer que lo eches todo.

Esto es como un mal episodio del Internado, pero solo con un macho, que encima parece acarajotao y con unas hembras que no tienen lo que hay que tener. La historia, lo que sí consiguió plenamente, es no dar miedo en absoluto, es de misterio, no de terror, es que no hay un solo susto en toda la peli y los giros aleatorios de la trama te van alejando cada vez más de la susodicha. Se nota que está pensada para niñas adolescentes que seguro que van al cine en grupo y al menos dos de ellas mojarán sus braguitas y dirán que es lo más terrorífico que han visto en su vida y eso es así porque seguro que no viven en España y jamás han tenido que ver por la tele a PuerKagón o a la marquesa de la Coleta, el Orco ese que lideró un partido comunista y que junto a él puso a mini-él y a unas tías que son tan feas y dan tanto asco que obligan a la gente que las mira a salirse del armario para siempre jamás.

En fin, que esto es algo que ni siquiera los miembros del Clan de los Orcos tienen estómago para digerir, aunque igual sus hembras sí que lo disfrutan y definitivamente, prohibida terminantemente para los sub-intelectuales con GafaPasta.


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