El cine de terror es el género más pateado y puteado de todos los que conforman el cine. Todo el mundo se mete ahí y el noventa y cinco por ciento de las películas son basura, que no da miedo y que muchas veces son más bien carnicerías. El miedo es algo que llevamos bien escrito y catalogado en nuestro código genético y hay que saber como dispararlo y aquellos que lo consiguen, hacen que disfrutes pasando un rato horrible ne el cine, que es lo que me sucedió a mi las dos veces que he ido a ver A Quiet Place, película que en España se estrenó el fin de semana pasado con el título de Un lugar tranquilo
Una familia de julays las pasan putas por culpa de unas cucharachas dopadísimas de botox
Entramos en la historia sin grandes explicaciones pero en cinco minutos captamos el concepto que algo pasó en la Tierra, vinieron unos malajes de truscoluña o así y han matado a casi toda la basca y los que sobreviven lo hacen en silencio, ya que el ruido es lo que atrae a esos asesinos. Conocemos a una familia que por tener una hija sorda, todos hacen las cosas esas tan raras con las manos y se comunican entre ellos. Viven en una granja y en nuestro primer encuentro con ellos, todo sale mal. Los vemos un año después, tratando de superar el trauma vivido y seguir con su vida en un mundo que es muy pero que muy hostil.
Esto es un peliculón. Es también una historia que ha conseguido que la gente intente no hacer ruido en la sala, ni siquiera al comerse aquello que han comido. Ni gritamos, abrimos la boca pero no hacemos ruido porque la historia es tan intensa y tan real que en tu interior tienes pánico del ruido que puede atraer a esas bestias enormes. La película tiene uno de los inicios más contundentes y claros del cine de terror y nos dice todo lo que necesitamos sin palabras. Después de ahí, todo continúa de más a mejor y no parece que haya pausa. Nos involucramos emocionalmente con esa pareja y sus dos hijos y lo mal que lo están pasando y aunque es cine de terror, es también cine dramático, de la superación de un trauma y de como nos afecta a todos, ya que cada uno de ellos arrastra de una manera distinta lo que sucedió al principio y ninguno ha podido pasar página. John Krasinski ha dirigido una de las mejores pelis de terror de esta década y lo ha hecho con cuatro protagonistas que están fabulosos y con dos secundarios que están geniales. Noah Jupe es el hijo y su padre lo trata de convertir en el macho del rebaño mientras el chiquillo está literalmente aterrorizado. Millicent Simmonds es la niña sorda, con más redaños que su hermano pero que está como ninguneada por su padre. La chiquilla es la BOMBA. John Krasinski borda el papel del padre que hará lo imposible por proteger a su familia y que siempre está con la espada de Damocles sobre su cabeza y lo sabe y finalmente, Emily Blunt es la madre, la esposa y la persona que los une a todos. No hay prácticamente nada en esta historia que se les pueda reprochar.
Ya seas un miembro del Clan de los Orcos como un sub-intelectual con GafaPasta, esto es cine grandioso, terrorífico y hecho tan bien que probablemente se considere pecado mortal no ir a una sala a vivir la experiencia, en silencio, rodeado de otra gente que están pasando por lo mismo que tú.
Una respuesta a “Un lugar tranquilo – A Quiet Place”
🙂
Salud