Ahora que lo pienso, yo me monto mis propias tradiciones y después me las salto a la torera. Recuerdo que hace cuatro o cinco años iba con una regularidad alemana a Oostvaardersplassen todos los años para presenciar la berrea y hacer un pequeño safari fotográfico por el parque y ver los caballos Konik, los búfalos y todas las aves que hay en el lugar. Hoy en día, como que me la trae al fresco, me cansé de oír los berridos de los ciervos, que además me recuerdan a los programas televisivos que sufro y padezco cuando voy a España de vacaciones y en casa de mis padres están viendo Telajinco. Por suerte, de aquellas visitas al Parque Nacional tenemos algunas fotos preciosas, como este retrato de un caballo que se acercó a saludarme y que vimos por primera vez en septiembre del 2008 en la anotación Mirar a la cara y hoy les damos la bienvenida al Club de las 500.
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Ouwe Daen
Cualquiera que pase por Utrecht y no se tome una cerveza Ouwe Daen en el Oudaen no sabe lo que se pierde. No solo es una de las mejores cervezas que se fabrican en el universo es además la única que se hace en el sótano de un castillo construido en 1296 y situado en el centro de la ciudad de Utrecht. Entre los muros de un edificio de más de setecientos años se produce esta cerveza de trigo con un porcentaje de alcohol del 5%. Tiene un sabor dulzón altamente adictivo y que hace que baje como si nada. Es una «cerveza blanca» y en el pasado solían vender allí mismo botellas de tres cuartos de litro pero hace siglos que creo que dejaron de hacerlo. Entre los ingredientes que le dan el sabor tan peculiar hay corteza de naranja y cilantro. Me faltan dedos en las manos y los pies para contar las moñas que he agarrado en el Oudaen tomando única y exclusivamente Ouwe Daen. Las resacas de esta cerveza son muy suaves y llevaderas. Debo haber cerrado el local en un buen puñado de ocasiones y en una de ellas hasta conseguimos que todos los empleados se sentaran a tomar cerveza con nosotros, aunque nuestro interés se limitaba a las camareras, las cuales con la cantidad suficiente de alcohol en la sangre parecen unas chochas que no veas pero cuando las ves sobrio, algunas son como camioneras.
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Váci utca
Esta es la principal calle comercial de Budapest y también en uno de sus extremos el lugar para buscar restaurantes para turistas en los que todo es más caro y los menús son siempre iguales. Como ha sucedido en las últimas décadas en todo el mundo, un paseo por la calle sirve para reconocer las grandes multinacionales de la ropa, la comida rápida y similares. Personalmente, creo que hay lugares muchos más bonitos en la ciudad pero como estaba en la lista de sitios que hay que ver, aquí la tenemos. El nombre de la calle le viene porque en el pasado era una carretera que conectaba Pest con la ciudad de Vác. En otros lugares de Europa este tipo de calles está llena de mimos, músicos y similares pero cuando nosotros pasamos no vimos ninguno, aunque quizás septiembre no sea el mejor mes para esas actividades.
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La lotería
Una de las cosas que siempre me llaman la atención de los procesos de reducción de plantilla es lo sofisticados que se vuelven los hijosdeputa que trabajan en recursos inHumanos para evitar decir que van a reducir la cantidad de empleados y lo harán echando gente. En mi empresa, el proceso que hubo a comienzos de este año se llamaba Plan de recuperación y fue un éxito sonado, es decir, largaron lastre, han pasado seis meses y ya estamos en otro que han llamado Tamaño adecuado o algo parecido ya que la palabra no existe en español pero básicamente se puede decir que es un ajuste. En esta ocasión, creo que la duodécima desde que trabajo para esta empresa, mi estrategia para conseguir que me incluyan en el grupo es la de confrontación total y directa con el hijoputa de recursos inHumanos. Así, antesdeayer mandaba un correo a todo el mundo diciendo que la reunión en la que nos informarían sería en holandés y yo le respondía que por mí se la podía meter por donde le quepa ya que si trabajo en una multinacional que se jacta de usar el inglés como idioma principal dentro del edificio, ahora que no me venga con milongas y me diga que esto es mejor hablarlo en neerlandés. Nuestro intercambio de mensajes acabó con él diciendo que se chivaría a mi vicepresidente de mi ausencia en esa reunión y yo respondiéndole que por mí como si llena el edificio de carteles anunciándolo. Además, lo he invitado a pasarse por mi oficina para que haga su lista y participe en la gran lotería de los nombres. Como en ocasiones anteriores, tan pronto se sepa la cantidad de seres humanos e inhumanos que serán ajustados y puestos en la puta calle, yo pondré el organigrama de la empresa en mi tablero, agruparé a la gente por departamentos y añadiré la cantidad asignada a cada uno de los mismos y todo el mundo puede hacer sus predicciones y echarse unas risas con algo tan estúpido y malvado que la única forma decente de mirarlo es con cachondeo.
Mi tradicional lotería de los nombres atrae a mi despacho a prácticamente toda la compañía. La gente viene, comparte sus teorías, hace su lista y de alguna manera, se vuelven a sus cuartos mucho más contentos. Les desahoga soltar la rabia y la frustración. Yo mientras tanto, ajusto mis redes de información y completo el mapa de los odios y amores de la empresa. Sé perfectamente quién odia a quién y lo sé porque ellos mismos me lo dicen ya que eligen a esos para formar parte de su lista. No importa que no tenga lógica alguna, no importa que incluso se haya dicho que de ese grupo no echan a nadie, ellos siempre tienen la esperanza de que suceda y me regalan trocitos de información que yo catalogo y almaceno en mi malvado cerebro. Además, me preparo para el día de mi marcha y lo primero que haré el lunes será revisar mi correo de despedida, escrito desde hace más de siete años y ajustar el contenido y la lista de gente que lo recibirá. Dos semanas antes de que anuncien los ganadores (o los perdedores, si eres de los que te gusta ver el vaso medio vacío), me llevo todas mis cosas a mi casa ya que mi objetivo, si la diosa fortuna me ayuda y me ponen en la puta calle, es no pasar más de ciento ochenta segundos dentro del edificio una vez me hayan largado. Después no me volverán a ver nunca más.
Volviendo al día de ayer, no fui a la reunión y eso desquició a muchos de mis compañeros. Mi positivo convencimiento de que ya era hora, ahora me toca a mí les pone de los nervios y cuando los veo con la cabeza enterrada y pensando que ellos son imprescindibles y sobrevivirán a cualquier cosa, me troncho porque si hay algo que yo siempre he tenido claro es que todo el mundo es reemplazable y si no que se lo digan a la larga lista de amistades que yo he ido dejando por el camino sin que se me cambe la peluca. La gran novedad de esta ocasión es que parece que la multinacional que nos abona las nóminas ha decidido que si en un año no pueden enderezar el rumbo en todas sus divisiones en la Unión Europea, recogerán los bártulos, cerrarán la tienda y se pirarán de aquí. Eso sí que es un notición porque quiere decir que si consigues pasar la próxima ronda, probablemente te veas en la puta calle igualmente doce meses más tarde y es poco probable que en esa ocasión te den dinero. Hay un tiempo para todo y en este caso, el tiempo para salir con una bolsa en la mano llena de leuros se está acabando. Es ahora o nunca, así que espero que me den puerta. Por casualidades del destino, el evento sucederá al día siguiente de yo regresar de mi primera escapada de fin de semana en el 2013 o al menos eso es lo que espera la empresa, que no sé si se han dado cuenta que los siete mamarrachos del comité de empresa tratarán de retrasar ese día al menos tres semanas para vender como una victoria al resto de los empleados que a los que echaron les consiguieron un mes más de sufrimiento.
En fin, que mi jefa ya empieza a ponerse de los nervios y como me lo curre igual que en la primavera, el alien que le salió en la cara y que los dermatólogos no consiguieron extirparle volverá a asomar en menos de quince días. Yo, con mi suprema bondad y mi humildad infinita, pienso responder cada uno de los correos del director de recursos inHumanos y conseguir que ese cabrón me odie. Cuando los mande en inglés, le responderé en inglés. Cuando los mande en holandés, le responderé en español y como me diga algo le empeto que este terruño fue colonia de la Alianza de las inCivilizaciones del expresidente ZaPatazos hace unos cientos de años, antes de existir como país, así que si el considera el neerlandés lengua local, yo considero el español igualmente ya que esto no es más que una de las provincias ultra-periféricas. No veas como me voy a reír ??