En abril comenté que uno de mis dos ordenadores funcionaba con Ubuntu 7.04 Feisty Fawn, un sistema operativo gratuito e infinitamente mejor que Windows XP y que viene completo con miles de aplicaciones que puedes instalar fácilmente. Para el 90% de los usuarios de informática Ubuntu es más que suficiente. Es totalmente intuitivo, se instala fácilmente, te reconoce el hardware de tu ordenador y con él puedes navegar, conectarte a redes inalámbricas, realizar tareas de ofimática y descargarte tus vídeos y música favorita y escucharlos o visionarlos y todo eso sin que te tengas que preocupar por los famosos virus y mierda similar que acosa a los usuarios de esa compañía maléfica que todos sabéis.
Por supuesto sé que vosotros preferís seguir usando vuestras copias ilegales de software y vivir acojonados por lo peligroso que es navegar por la red y a poco que uno se descuide intentáis meterla doblada y que gente como yo vaya a vuestra casa a trabajar por la cara en vuestros ordenadores, os los limpiamos de malware, virus y troyanos y os instalamos todo ese software que queréis tener sin pagar. Bueno, gente como yo pero no me incluyáis porque no hay microsoft Windows en mi casa y ni siquiera recuerdo como se hacían las cosas porque gracias a Dios mi portátil del trabajo no me permite hacer nada y el equipo maravilloso de profesionales de IT se maman la tranca y me arreglan cualquier problema que tenga.
La minoría que usamos Ubuntu recibimos una actualización cada seis meses y nunca pagamos por ella. Simplemente nuestro ordenador nos avisa y si queremos la instalamos. En octubre le llegó el turno a Ubuntu 7.10 Gutsy Gibbon el cual viene cargadito de novedades. Podéis ver mi escritorio actual en la siguiente imagen:
Antes de seguir quiero aprovechar para indicaros que podéis descargar ubuntu gratuitamente en este enlace y que solo tendréis que grabar la imagen en un CD, arrancar vuestro ordenador desde el mismo y podréis verlo en acción sin necesidad de instalarlo y así comprobar con vuestros ojos como todo funciona perfectamente.
En la imagen podéis ver que mi escritorio ha cambiado bastante. Aparte de la imagen de la ciudad de Washington he añadido una barra para lanzar aplicaciones en la parte inferior similar a la de mi Mac y estoy usando screenlets, una maravilla escrita en Python similar a los widgets que te permite añadir pequeñas aplicaciones en el escritorio sin que tu equipo necesite mil megas de memoria. Ese es otro detalle que me gusta de Ubuntu. Mi PC es un Pentium IV de hace cuatro años y medio que tiene 512 megas de memoria, no hay ni dual cores ni hyperthreadings ni ninguna de esas mierdas que se inventaron recientemente. Es un pata negra de la época en la que uno podía ir a una tienda de ordenadores, preguntar y solo tenía que comprobar la velocidad del procesador para saber cual era el más rápido porque únicamente había una familia de los mismos. Cuando comparo el rendimiento con Windows XP va mucho más rápido y con una variedad de efectos espectaculares que lo ponen muy por encima de lo nuevo de Microsoft sin tener que gastarme una pasta en un nuevo equipo con miles de gigas de memoria, una tarjeta gráfica de ultimisima generación y mil mierdas más.
¿Qué puedo hacer en Ubuntu? Todo lo que hacía antes igual de bien o mejor. Tengo mi Firefox, mi programa de mensajería instantánea, descargo los torrentes que me interesan, leo mi correo via IMAP en GMail y si hago doble clic en la carpeta llamada iBook de la izquierda me conecto via FTP directamente a mi Mac en la carpeta que uso para intercambiar información entre ambos equipos. Y cuando he tenido algún problema hay foros en cristiano en los que la gente me ha respondido en cuestión de minutos y me han solucionado el tema ayudándome en todo lo que necesité.
Nunca he lamentado el paso de Windows a Mac y Ubuntu. Lo único que lamento es no haberlo hecho mucho antes.