Distorsiones

Revisando el archivo cinematográfico del mejor blog sin premios en castellano, en el que solamente hay tres MIL cuatrocientas cincuenta y cinco anotaciones, no encontré la película de animación que han vuelto a hacer en esta película, seguramente porque en su día decidí que era muy infantil y pasé de verla y gastarme unos leuros, que esto fue antes de que inventaran el abono ilimitado que tengo desde el año 2007. Como ahora la puedo ver en el abono, fui al cine a iluminarme con la película Lilo & Stitch y en España hubo grandes estudios e investigaciones antes de decidirse por el título de Lilo y Stitch, absolutamente diferente del original y que ganó a la otra opción, que era truscoluña no es nación.

Una julay insoportable adopta una rata obesa y maleducada, sin chimpún.

En otra galaxia o en otro planeta o en otra dimensión, un panoli inventa un bicho que resulta no tener educación ninguna y ser un gamberro y lo condenan al exilio, solo que el bicho se escapa y acaba en Hawái, en donde una niña tonta-del-culo lo adopta pensando que es un perro, la hermana las pasa putas y canutas porque le van a quitar a esa tonta y darla en adopción y el Stich este no para de hace trastadas mientras dos panolis que resulta que son extraterrestres tratan de capturarlo y un negro de la CIA también los quiere pillar o algo así.

Esto es basura. Decir que no tengo ni idea de cómo adoptó la niña el bicho porque para cuando llegó ese momento, yo estaba durmiendo en el cine, toda la mielda intergaláctica acabó conmigo, con efectos especiales baratos tirando a liquidación total y unos diálogos que eran un insulto para mi cerebro aún no plenamente desarrollado. Ya en la Tierra, la película es una pollada de una niña insoportable, una rata insoportable, una hermana acarajotada y bien necesitada de que se la empeten hasta los pelos de los güevos y unos vecinos noveleros. No me reí, aunque supuestamente es cómica y el final me pareció patético. Lo peor es que seguramente harán treinta secuelas.

Me imagino que los miembros del Clan de los Orcos aprovecharán para llevar a sus bestezuelas y hasta la disfrutarán. Definitivamente, los sub-intelectuales con GafaPasta no deberían ni siquiera pensar en ir a verla. Basura comercial de la Disney para vender productos a los niños.

Una de las iteraciones en el mejor blog sin premios en castellano son las películas de Misión imposible, que aparecieron por primera vez en el 2006 con Mission: Impossible III – Misión Imposible 3, volvieron en el 2011 con Misión: Imposible – Protocolo Fantasma – Mission: Impossible – Ghost Protocol, la siguiente visita fue en el 2015 con Misión: imposible – Nación secreta – Mission: Impossible – Rogue Nation, después en el 2018 llegó Misión Imposible: Fallout – Mission: Impossible – Fallout y la última vez fue en el 2023 con Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1 – Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One. La primera tuvo un siete y todas las demás han estado por encima de esa nota y todos sabemos que por aquí adoramos a Tom Cruise. La nueva peli es Mission: Impossible – The Final Reckoning y en España se estrenó con el título de Misión imposible: Sentencia Final.

Un julay requetequeteque operado y viejo chambea que no veas.

Ethan Hunt sigue obsesionado con una Inteligencia Artificial que le ha cogido gustillo al control de armas nucleares y que se está quedando con todas las que hay en el mundo y al mismo tiempo, escoñando las internetes y obligando a los seres humanos a volver a las revistas para buscar pornografía o algo así. El chamo tiene su equipo, con el que parece estar obsesionado, que a veces es más pejiguero con esto que los de Fast & Furious y correrán y correrán y correrán por todo el mundo para acabar con la Inteligencia Artificial esa y hasta irá de buceo, que ya sabemos que algún Ancestral se negará a ver la película por el mega vídeo de buceo que hay en la misma.

Me gustó. Eso que quede claro. Pero son CIENTO SETENTA minutos de película y hay una hora, la primera, que no aporta nada, salvo un montón de imágenes de todas las pelis anteriores y en la que te das cuenta, si aún no lo sabías, que cada peli de Misión imposible ha tenido una nueva cara de Tom Cruise, que se ha ido operando a conciencia y la última, más redondeada, es probablemente la consecuencia de todas las operaciones estéticas previas. En esta peli, salvo por la primera hora, hay dos mega-escenas de acción brutales, fabulosas, fantásticas y maravillosas. Una en un submarino ruso hundido en el Ártico, con Tom Cruise visitando el pecio y rebuscando allí un disco duro viejo o algo así y la segunda en una avioneta analógica, o más bien en dos avionetas analógicas que más tarde solo serán una, peleando con dos chamos. Ambas escenas son la polla, fabulosas y la película no necesitaba la hora inicial para ser un clásico, pero por esa hora adicional, pierde puntos y no llega a convertirse en un clásico. Como siempre tenemos el equipo habitual del chamo, solo que parece que han decidido reemplazar al negro por otro negro más joven y que puede correr y todo, que el otro estaba ya muy estropeado. A veces se les va la mano con los diálogos, quieren ser tan dramáticos que terminan convirtiéndose en escritores venezolanos de culebrones, pero se les perdona. El equipo funciona bien, la acción es trepidante y sales del cine muy contento.

Esto es cine para todos, aunque probablemente predominarán más los miembros del Clan de los Orcos que los sub-intelectuales con GafaPasta. Asegúrate de hacer un pis antes de entrar o lo lamentarás.

Hoy tenemos prácticamente nobleza en el género de las pelis de terror, que la peli de hoy viene de una saga con un montón de películas y hasta en el mejor blog sin premios en castellano se habló de Final Destination 3, allá por el 2006, The Final Destination – Destino final 3D en el 2009 y Destino final 5 – Final Destination 5 en el 2011 y prácticamente quince años después regresan con una nueva entrega, Final Destination: Bloodlines y en España se estrenó con el título de Destino Final: Lazos De Sangre, que no suena tan lindo como truscoluña no es nación.

Una familia de julays están pero que bien jodidos y muy mal pagados.

Resulta que hace décadas y décadas, una pava tuvo una premonición sobre su muerte y logró salvar las vidas de un montón de gente, solo que la muerte se lo tomó a mal y los fue matando a todos uno a uno y a sus descendientes, que no deberían haber existido. Cuando llegó a la pava, la familia de la chama descubre que les ha caído esta maldición truscolana y hasta miran en el portabultos del coche por si se les ha colado un deshonorable de esos. A partir de ahí, correrán y maquinarán intentando romper la certeza de su destino, que es el de dejar de existir.

Yo de siempre he sido super-hiper-mega fans de la primera película y de toda la serie y puedo reconocer y reconozco que desde que vi la primera, siempre me ha dado cosa quitar a las maletas las etiquetas de facturación por si me cae la maldición de Destino Final. Lo mejor de esta serie es que no hace falta que tengamos gente pasando de una peli a la siguiente, con lo que los pueden matar a todos y cada muerte es siempre un espectáculo visual, que aquí hay poquísimo de terror pero muchísimo de sangre y vísceras. En esta sexta peli tenemos una escena inicial fabulosa y después ya seguimos más a gustito matando a los miembros de la familia y como en las pelis anteriores, las secuencias que llevan a sus muertes son fantásticas y es alucinante la cantidad de sangre que llevan en sus cuerpos los gringos, que claro, al medirse en galones y no en litros, ellos deben tener mucha más sangre que el resto de los humanos porque algunos cuando revientan largan una pasada de sangre. La película es divertida y procuran que muchos de los miembros del elenco te caigan mal para que no te afecte demasiado su muerte, que todos sabemos que llegará a ciencia cierta. Las muertes son originales, bien hechas y a veces cuesta no cerrar los ojos para evitar ver la carnicería. Yo disfruté como un enano y espero que ya estén maquinando una nueva película y no nos hagan esperar tanto tiempo.

Esto es cine de palomitas, perfecto para los miembros del Clan de los Orcos, que además de ir en manada, pueden llevar a las Hembras. Prohibida para los sub-intelectuales con GafaPasta.

Después de volver de las vacaciones en las Maldivas, los dos primeros días me los tomé para sufrir el jetlag y el tercero elegí una peli que ponían por la tarde y que no duraba mucho, que de repente todo en la cartelera son películas de tres horas. Esta es supuestamente un clásico, aunque yo no recordaba haberla visto. Se titula Clueless y en España se estrenó con el título de Ni idea, que debe ser como se sienten todos aquellos que sueñan con truscoluña, que no es nación.

Una julay pedorra tiene tremendos picores vaginales y fiebres tifoideas porque necesita imperiosamente que le empeten un cipote.

Una gringa pija y resabida, además de millonaria, se dedica a organizar la vida amorosa de todos a su alrededor y arrejunta a dos profesores, le busca novio a la nueva panoli del instituto y para ella se echa un pavo que resulta ser julandrón, drón, drón, que mira que perdía aceite. El hermanastro de la pava, que ni es su hermano, está encoñado de ella y la sigue como perrito faldero o algo así, mientras ella se mete en todo tipo de fregaos.

Yo diría que esto más que una comedia romántica, es simplemente comedia, porque seguimos a varios personajes y todos están haciendo siempre chorradas. Supongo que se representa muy bien el cine juvenil de los noventa, pero a la película le falta algo para ser un clásico. Entretiene y divierte y tiene algunas frases épicas con las que me descojoné, pero inmediatamente sigue con una escena que no termina de cuajar y que cancela el buen momento anterior. La protagonista es Alicia Silverstone y es guapa, pero vamos, muy limitada actuando. El que resultó una sorpresa es Paul Rudd, que hace de su hermanastro y que aquí, fuera de las pelis de la Marvel, se le ve muchísimo mejor. Es una peli de palomitas y que no requiere el uso del cerebro.

La despreciarán los miembros del Clan de los Orcos y los sub-intelectuales con GafaPasta, pero definitivamente vale para pasar un rato y entretenerse.