Hoja de ruta del 2014


Continuamos con las miradas hacia ambos lados y hoy le toca al futuro, atisbar hacia lo que se avecina y fácilmente barruntar por donde caerán los palos en el año 2014. Si fuese la primera vez que hago este ejercicio sería algo complicado pero la ventaja de llevar una década escribiendo la mejor bitácora sin premios en castellano es que ya he escrito nueve de estas predicciones y la presente es la décima. Para ver lo mucho que me equivoco podéis leer las correspondientes al año 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013.

En el año en el que el lugar en el que Nada es lo que parece arranca su segunda década en abierto y volviendo a demostrar que no hay nada como escribir las cosas en un lugar en el que no hay que registrarse ni suministrar nada para que no interese a la gente y por eso, muchos de los que se han caído de todos o casi todos los círculos de confianza siguen preguntándome por mi perfil en el CaraCuloLibro para poder ver las andanzas de mi vida.

Uno de los pilares de mis actividades para el año nuevo seguirán siendo los viajes. Después de la maratón de los últimos tres meses del 2013, este año quiero ir más relajado y también viajar en la primera mitad del año. Por ahora ya está confirmado mi salto a Malasia (como punto de entrada) en mayo y a finales de enero pasaré por Málaga, a finales de marzo iré a Estocolmo y a finales de abril visitaré Boloña y Verona en Italia. Me queda colocar un salto a Gran Canaria y con eso ya tengo más o menos la primera parte del año. De los sitios que me gustan y a los que quiero volver tenemos Estambul, Lisboa y Roma. También me apetece volver a pasar por Florencia y de paso practicar el italiano. El viaje a Asia sigue en abierto. Puede que vaya a las Filipinas, a Tailandia o quizás la parte de Malasia que aún no conozco. También es posible que regrese a Londres, aunque como siempre, no hay nada concreto. Mi amigo el Rubio tiene antojo de Luces del Norte y como este invierno no creo que sea, igual nos damos un salto a Finlandia a finales de año para verlas.

El otro pilar es el cine y ahora que he logrado la meta imposible de las doscientas películas, espero tomármelo con algo más de calma y me conformo con ver una cantidad entre ciento cincuenta y doscientas, un número que sigue siendo bastante alto y solo al alcance de los grandes campeones de esa forma de arte y espectáculo.

De cuando en cuando veremos nuevas fotos llegando al club de las 500 y durante la semana, habrán las tradicionales series fotográficas mañaneras. Por ahora vamos a seguir con Camboya, viendo Phnom Penh, Kampot y Sihanoukville en series cortas. Después seguramente nos iremos a Munich y regresaremos a Portugal para ver Sintra y a Roma. Mirando más lejos, espero procesar las fotos de Birmania, Myanmar o como la queráis llamar y esa será la gran serie de este año.

Los lunes tendremos el Resumen semanal, el cual desde el año pasado incluye fotos de comida y un enlace a la página en la que exclusivamente pongo fotos de comida, casi siempre de lo que ingiero fuera de mi casa. Durante la semana seguiremos viendo fotos de Bicicletas y también de Cervezas, las dos series chorras que me sirven para llenar días en los que no tengo tiempo de escribir nada más. Por suerte soy un alcohólico conocido y tengo una buena reserva de cervezas que comentar.

De cuando en cuando caerá alguna receta para la sección de cocinillas y la añadiré a mi pequeño libro de recetas de cocina y una que yo me sé no las verá y un año más tarde preguntará si la voy a poner. En mi casa continuarán los ágapes con amigos y conocidos y el primero de ellos sucederá en enero, todo un reto ya que uno de los participantes es alérgico a casi todo.

Como éste es mi diario, me gusta dejar pequeñas notas con las cosas que ocurren a mi alrededor y este año seguiré haciéndolo. Ese tipo de anotaciones están archivadas en la categoría de Reality sucks. Un año más, prometo escribir la trilogía Láctea, la gran obra que romperá todos y cada uno de los moldes de la Bobosfera y que aunque está en mi cabeza y me rio con ella con frecuencia, no me da la gana de plasmar en un formato digital y tal y tal. Los tres episodios de ese clásico no escrito son Leche de machanga, carne de machorra y leche de mangorra y definitivamente, los tiros van por donde sugieren los títulos.

Siempre me planteo escribir un libro y nunca lo hago y este año no será la excepción. Por otro lado, hasta el final del año 2013 hay una cantidad de texto escrita en esta bitácora equivalente a tres biblias, con lo que si alguien estuviese tan chiflado como para imprimirlo habría que sacrificar un buen puñado de árboles. De hacer otro libro, sería de una chama que se encoña de un chamo y resulta que el julay es vampiro (coño … ese ya está escrito) o de una chama que se encoña de dos chamos y la mandan a Jinámar a que sobreviva (… otro que está escrito) o quizás de un chamo, ladrón e hijoputa que engaña a un montón de pollabobas que en cualquier universo decente serían carne de cañón y los convence para que abandonen una unión y se inventen un país que nunca existió (esa la está escribiendo alguien).

Si en algún momento me animo, regresará el Porcas de Distorsiones, la versión en audio de mis desvarios tradicionales.

Resumiendo, que entraremos en la segunda década con más de lo mismo, recordando los años pasados de vez en cuando en este undécimo año de la mejor bitácora sin premios en castellano, la cual, por si aún no lo sabes, es Distorsiones e incrementando el archivo con otras setecientas anotaciones.


5 respuestas a “Hoja de ruta del 2014”

  1. Oiga, eso de la trilogía láctea me suena haber leído también algo a principio del año pasado sobre que lo ibas a escribir en 2013. Y el hembrario está total y absolutamente descuidado, necesitado de algún capítulo nuevo que bien podría ser para describir las chamas de por ahí por el norte. Que lo sepa usted.

  2. ¡No me lo puedo creer!
    ¡No has mencionado a los truscolanes!
    Con la agenda tan repleta espero que te quede un hueco para follar, que es muy bueno para la salud 🙂
    Salud

  3. Jc, llevo años con la trilogía láctea y la he reescrito varias veces en mi cabeza y casi he tenido un accidente de bicicleta riéndome con alguna de las partes. De ahí a ponerla en papel va un mundo. Es similar a la serie sobre el padre Karrás, el cura que practica exorcismos expulsando demonios mediante la sodomización del poseso, para joder bien jodido al demonio.

    Genín, no te agobies. Según avancen los truscolanes en el camino de la estupidez, yo lo haré en el de los desvaríos. He pensado hasta en crear la Truscopedia, la enciclopedia de la verdad absoluta en la que todo, todo, todo lo que existe, ha existido o existirá jamás en el universo es posible gracias a la generosidad infinita de los Truscolanes.

  4. Hola a todos, hacía tiempo que no escribía. Envidia sobre todo de los viajes programados, espero hacer alguno también. Buena entrada de año para todos y un beso desde Sevilla.

  5. Pues si te pasa como a mí, las luces del norte te engancharán; es algo que debería ver todo el mundo. Lo malo es que crean adicción…y ya cuento los días que faltan para volver a verlas.

    Estocolmo también me gustó mucho. Espero que te ocurra igual, y lo disfrutes. Yo ahora ando con la idea del Tíbet, y con recorrerme el Loira en barco (conducido por mí misma); parece ser que hay unos barquitos muy monos, para los que no necesitas ningún tipo de carnet marítimo. Y qué quieres que te diga…me apetece esa experiencia. Con esas dos cosas, me daría por satisfecha para este año.