Mi casa continúa patas arriba un día más y aunque no lo veáis en las fotos que pongo, mi dormitorio está completamente vacío y en el otro dormitorio se apila la cama, los colchones, el armario desmontado y demás. El comienzo de las obras de estucado se acerca y los preparativos ya han sido completados. Aparte de eso y como también trabajarán en el zaguán y por la escalera hacia el pasillo de la planta alta, mi vecino que es una bellísima persona ha cubierto todo con un material especial para que no se estropee, que es eso que veis en el suelo y por las escaleras. Yo, como en mi casa hay polvo por un tubo y cuando digo polvo lo digo pensando en la acepción de partículas de sólidos que flotan en el aire y se posan sobre los objetos y no es esa coloquial y vulgar que se refiere al coito y que sé de uno que la tiene en mente y al que deberían incrementarle las dosis de bromuro porque no le está haciendo efecto.
Como por aquí se piensa que yo soy un aprovechado por procurarle entretenimiento a un pobre jubilado a costa de las mejoras de mi casa, además de proporcionarle un suministro constante de magdalenas que están del carajo y que el hombre y su esposa devoran sin tardanza, les he dado entradas para ir mañana al estadio Amsterdam ArenA en donde tendrá lugar una gala benéfica a beneficios de los amarillos que sufrieron el accidente y en la que además de una purriada de cantantes y artistas holandeses tendremos un partido de fútbol entre el Ajax y un equipo amarillo. En mi empresa nos han suministrado entradas gratuitas y yo llevo un pequeño clan de 5 personas conmigo para divertirnos, gritar y reírnos de los ojos rasgados comedores de pescado radioactivo crudo. Seguro que todos los de mi empresa se apuntan y aquello va a ser la monda.
Hoy también han medido el suelo de la planta alta de mi casa para cambiarlo y ahora solo queda cruzar los dedos y esperar por la oferta para que lo hagan. En este juego de múltiples proyectos corriendo en paralelo (y aquí quiero señalar que aquí el uso de esta palabra es en referencia al tiempo que transcurre y no como alguno con mente calenturienta ha imaginado refiriéndose a esa acepción coloquial que transforma el mismo verbo y lo convierte en eyacular o experimentar el orgasmo), el sábado tengo que ir a recoger las fastuosas y alucinantes persianas luxaflex duette que he comprado para las ventanas de la planta baja y en esta tarea he embaucado a mi más mejor amigo el Rubio, el cual asume que a todos los que me rodean les toca su parte de la tarta.
Hoy también me he enterado que la semana que viene habrá una visita de inspección por parte de alguna bitacorera que ya no escribe.