Distorsiones

Esta es una de las pelis que más he esperado este año, que todos sabemos que yo soy muy de vampiros, mis animales de compañía favoritos y que si algún día me cruzo con uno y me ofrece mordisco, yo acepto encantado, que esta gente se lo pasan pipa en sus vidas, con archienemigos, con mucha vida nocturna y con poco sol, que también se puede hacer buceo de noche, con lo que me preocupa bien poco y los cines también están abiertos por la noche. La película se titula Renfield y se estrenó en España con ese mismito título allá por abril, que en los Países Bajos ha tardado un montón en llegar a las salas.

Un julay labura como acompañante de vampiro y busca ayuda parapsicológica para salirse del trabajo. Sin chimpún.

El chamo que se encarga de suministrar víctimas para Drácula y de que no le pase nada durante el día y que lleva haciendo esta chamba durante por lo menos cien años, como que está cansado del tema y busca el apoyo de un grupo de esos de soporte emocional gringos en Nueva York, solo que su jefe y vampiro lo descubrirá y se cabreará porque a él solo le mola el conseguir más poder y que le traigan mucha gente para beberse la sangre o algo así. El vampiro se asociará con una familia de criminales y será el otro el que tendrá que luchar contra ellos y contra su jefe para evitar que el mundo entero y hasta el universo, salvo truscoluña, que no es nación, caigan en sus manos.

Yo me eché un montón de risas y me descojoné que no veas con esta peli, que en ningún momentro pretende ser de terror, que esto está clarísimo que es comedia con temática de vampiros. No hay nada como un Nicholas Cage desmelenado para divertirse, cuando le dan libertad absoluta este hombre es fabuloso y aquí es que hace pollada tras pollada. Junto a él tenemos a Nicholas Hoult, que en las comedias es brutal, es buenísimo, como todos sabemos por la fantástica serie The Great que ha protagonizado durante tres temporadas. Hay un montón de química entre ellos y sus escenas juntos son fantásticas, aunque también funciona todo muy bien cuando están separados. La historia es simple y directa, no tenemos sesenta y ocho tramas secundarias que no aportan nada y la película la despachan en noventa y tres minutos, con lo que nos ahorraron las escenas de relleno y las escenas estiradas como el chicle y consiguieron un producto ligero, divertido e interesante.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, me temo que hablan demasiado y por eso no te gustará y a los sub-intelectuales con GafaPasta, son tan tiesos que seguro que algo ligero e insubstancial les escuece, pero es muy buena.

Hoy tenemos una de esas pelis que estrenan solo en un par de multicines de la cadena, aunque parece de acción y de esas que los Orcos aprecian. Cuando estaba mirando hoy para ver su estreno en España he descubierto que en la mayor parte del mundo, esto es un telelefilm o una peli que va directa a alguna plataforma digital y tal y tal, lo cual explica la reticencia del cine a ponerla en todos sus cines. Se titula Transfusion y en España apareció en alguna teleleplataforma en abril con el fascinante título de Legado de sangre, totalmente inferior a truscoluña no es nación.

Un julay y su retoño las pasan putas y canutas entre canguros y yonkis, sin chimpún.

Tenemos que un pavo que era soldado de élite australiano se traumatiza cuando su mujer muere tras un accidente de tráfico, o más bien cuando tiene que elegir si la poca sangre tipo O que tienen para transfusiones se la ponen a su hijo para salvarlo o a su esposa y elige al chiquillo. Han pasado los años y los dos siguen fatal y se ven envueltos en una movida con narcotraficantes y asesinatos o algo así que paradójicamente, unirá a padre e hijo, que los dos son raritos tirando a muy raros. A todas estas, el chamo ve a la mujer como si fuera un fantasma y habla con ella, que supongo que por eso la pava aparece en el póster de la peli.

Cien mil por mil un telelefilm, esto jamás se hizo pensando en su estreno en los cines. Tiene un presupuesto escaso y se sostiene más bien con el drama y el dramote, que las escenas de acción son poquísimas y más bien aburridas. La relación con el hijo no funciona, no sé si porque el hijo es malísimo como actor o por como escribieron el guion, pero vamos, que si hubieran matado al chiquillo igual él se habría cabreado de verdad y la película podría haber sido mucho mejor. Hay un pavo que se supone que es de los tiempos en los que el chamo era soldado y que es el que suministra todas las movidas criminales, pero tampoco hay conexión alguna entre esos dos. La historia nos resulta conocida porque esto se ha hecho mil billones de veces, lo de viudo con hijo o hija criándolo como puede y haciéndolo mal está super-hiper-mega visto, aquí no hay originalidad alguna.

Ni los miembros del Clan de los Orcos ni los sub-intelectuales con GafaPasta serán capaces de tragarse este telelefilm. Si te esperas cuatro lunas, esto lo ponen seguro en alguna tarde de fin de semana de Telajinco y puede ayudar a acelerar una digestión lenta con algo de siesta.

No veas la de años que tienen que haber pasado desde la última vez que vi una película en la que el protagonista era Gérard Depardieu, que ya tiene que estar rondando los cien años o así. La anunciaban como comedia y drama y la ponían en la filmoteca, que es la parte que te hace sospechar porque los sub-intelectuales con GafaPasta no son fans del género cómico y además, se aseguraron de ocultar el trailer para pillarnos por sorpresa. Más o menos lo consiguieron ya que éramos tres personas en la sala el día que la daban. Se titula Umami y en España se estrenó hace dos semanas como El sabor de las cosas simples y vamos, si no nominan al Oscar a la traducción más literal al que se le ocurrió esta, es que no hay justicia en el universo.

Un julay se pira al país del sol caguiente buscando al chamo que le robó el primer puesto en un concurso de chaperos.

Tenemos que un pavo del que dicen que es el mejor chef de toda la Francia incluyendo truscoluña, que no es nación, está traumatizado porque hace cienes y cienes de años, cuando era joven, quedó segundo en un concurso que ganó un panoli japonés con una sopa boba que al parecer tenía un saborcillo umami. El chamo decide marcharse a Japón a buscar al otro y leerle la cartilla y eso hace sin avisar a su familia y bueno, resulta que los dos son igual de desgraciados o algo así y al final se arrejuntan y sin tener que hacerse pajillas uno al otro como que se enderezan las vidas o algo así.

Decir que es una comedia es estirar demasiado el concepto. Tiene alguna cosa divertida, pero esto es un drama, tanto por la parte japonesa como por la parte francesa y no solo de los dos pavos, la mujer del francés está super-hiper-mega amargada y sueña con campos de pepinos para sentarse sobre ellos, el hijo mayor quiere ser cocinero de fritanga o algo así pero está a la sombra del viejo y como que no puede, no puede y el otro hijo es místico del coño y da la impresión de estar en un permanente viaje astral. Del otro lado, la hija del japonés es una amargada y la nieta una suicida y el cuñao un desgraciado, con lo que de nuevo, me pregunto quién coño pensó que esto es una comedia. La historia es bastante tonta y pese a que el Depardieu se pira a Japón, nos torturan con tramas secundarias francesas que no vienen a cuento y lo peor es que todos sabemos que esto tendrá una especie de final feliz porque apesta a telelefilm. Me quedó tan claro como la luz que sale de un agujero negro que Gérard Depardieu hizo esto para conseguir un cheque y poder seguir comprando pañales de viejo.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, ni te lo plantees y yo le aconsejaría lo mismo a los sub-intelectuales con GafaPasta, aunque os la pongan en la filmoteca, esto no es lo vuestro. Sosa y para ver en Antena Triste combinada con digestión pesada.