
Tulipán Big Smile, originally uploaded by sulaco_rm.
Poco a poco el club de las 500 va recibiendo nuevos miembros. Hoy le ha tocado al tulipán Big Smile conocido en estas tierras como Tulipán Til
Tulipán Big Smile, originally uploaded by sulaco_rm.
Poco a poco el club de las 500 va recibiendo nuevos miembros. Hoy le ha tocado al tulipán Big Smile conocido en estas tierras como Tulipán Til
En Navidades suelen abundar las comedias románticas en cartelera, terreno abonado para que las parejitas vayan a hacerse arrumacos a una sala. Cuando uno mira el cartel de In Her Shoes o En sus zapatos entra en la sala convencido de que va a ver una de esas comedias tontas para matar la tarde. Sin embargo lo que se encuentra es un drama, suavizado y tal, pero un drama de tomo y lomo.
La historia cuenta como dos hermanas, la fea con éxito y la jodidamente guapa pero más tonta que las bragas de Yola Berrocal se pelean y se separan. La tonta encontrará a su abuela y de alguna forma encauza su vida hacia buen puerto y la lista renuncia al éxito y busca la felicidad. Es la historia de dos hermanas que han de separarse para descubrir que se quieren tanto que les duele, que sin la otra no están completas.
El director fue Curtis Hanson, un tipo que sabe como hacer cine de calidad y que no se vende a la risa fácil o a la tontería para descerebrados. Tanto el guión como la dirección son excelentes. Aquí hay mucha miga y bajo la superficie se esconde una tremenda marejada de emociones y de reproches que cualquiera con al menos un dedo de frente que vea la película podrá descubrir. Gran parte de la química está en las dos protagonistas, Cameron Diaz y Toni Collette. Ambas están que se salen y enel caso particular de Cameron Diaz es que está super-mega-follable. Las dos nos llevan por esta fiesta de emociones controlando y dosificando en cada momento las cantidades que vamos a recibir.
Resumiendo, una de las sorpresas navideñas que posiblemente pasará desapercibida por lo poco apropiado del cartel y de la época de estreno. Si aún está en vuestra ciudad y tenéis oportunidad, ir a verla. Os encantará.
Después de un mes de lolailo y sin mandar el correíllo a familiares y amigos, finalmente lo logré hacer anoche y lo aprovecho y copio por aquí que no está el intelecto como para esfuerzos. El último mes ha sido bastante movidito. Volví de Sudáfrica, estuve en España de vacaciones de Navidad, tuve infinidad de eventos festivos para celebrar que somos peores personas y a pesar de todo eso, continué con este alocado ritmo de escritura, el cual cumple estos días su primer añito. Cuando uno revisa estos doce meses se da cuenta que toda mi vida está ahí, alterada y tal, pero las líneas básicas están escritas y quien quiera las puede leer. Ni yo me lo creo. Siempre pensé que me aburriría después de unos meses y mira, llevo años con esto. Si lograse canalizar todo ese esfuerzo para tareas con remuneración, ahora sería millonario. En fin, el dinero será para otro.
Dentro de este monstruoso conjunto de anotaciones, elijo el Cine para comenzar el repaso. Por aquí se habló de: Harry Potter and the Goblet of Fire – Harry Potter y el caliz de fuego, Kiss Kiss Bang Bang, Los 2 lados de la cama, The Constant Gardener – El jardinero fiel, Aeon Flux, The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe, Inside Deep Throat y Saw 2. Varias de estas películas merecen uno o más visionados.
Y si parece que se habló bastante de cine, no es nada comparado con el volumen de Fotos. Hubo un nuevo·Álbum de fotos de setas y una nueva incorporación al club de las 500. Se trata de Hot chicks en el club de las 500 que al ritmo que va será la primera en superar las mil visitas. Del viaje a sudáfrica aparecieron las siguientes fotos: Búfalos junto al agua, Rinoceronte, Cebras, Impalas, Monos babuinos, Árbol, Hipopótamo, Arretrancos de oficina, Atención peligro: Hipopótamos y cocodrilos, Cocodrilos, Code of Dress – Código de Vestimenta, Panic Button,· Nyalas, Kudús, Outboards y·Vendedores en la carretera. La Nancigiénica merece una mención especial y tendréis que verla para creeroslo. Además he resumido todas las fotos del año, poniéndolas en cuatro grandes grupos. Son: Resumen fotográfico del año 2005 I, Resumen fotográfico del año 2005 II, Resumen fotográfico del año 2005 III y Resumen fotográfico del año 2005 IV.
Durante las navidades hubo una trilogía legendaria sobre un tema recurrente y que siempre sale a colación. Se trata de la mierda y las cagadas. Esa obra de obligada lectura la forman las siguientes historias: La Gran Cagada, Cagarás Mierda y Come Mielda. Huelga decir que forman parte de los Desvaríos. Tendréis que leeros las tres para llegar a apreciar esa facilidad que Dios os ha dado en el retrete. Hubo algo más en la categoría de Desvaríos. Se trata de El cafelito, un nuevo episodio de la vida de mi amigo el turco. El chino también tuvo su pedacito de gloria en Traición, historia relacionada con Días de reuniones entrañables y Cagarás Mierda.
El capítulo de Viajes ha estado bien servido con Despedida y vuelta a casa por Navidad, Saltador de cielos, El largo retorno a casa y Volver, volver, volver. En esta ocasión he visto a algunos de los que leen y comentan en Gran Canaria. El anuncio de dicho encuentro se hizo en ¡Qué tu sabes chico!
Y del resto, lo típico. Felicitaciones navideñas en Feliz Nochebuena y ¡Feliz 2006! La lista de cosas para el nuevo año que siempre me propongo y que no cumplo en Hoja de ruta y el anuncio de mi cumpleaños para que no digan que no aviso sucedió en Otra vez veintiocho . Una vez más hablé de la Noche de vísperas en Gran Canaria. Mi empresa fue tan generosa como siempre con el regalo de Navidad y me obligaron a criticarlo una vez más en Regalo de empresa. En esta visita a España como siempre me doy cuenta de cosas que no están bien y que dejo por aquí para no olvidarlas en Malos hábitos y terminamos con mi selección con las once mejores anotaciones del pasado año en Lo más mejor. Y esto ha sido todo.
Después de todo esto, seguro que os han entrado las ganas y queréis hacerme ese regalo de cumpleaños que me merezco. Os lo pongo fácil. Podéis encontrar las cosas que quiero en :
– Wishlist en Amazon UK
– Wishlist en Amazon USA
El primer salto del año no estuvo exento de incidentes. La noche anterior estuve con unos amigos en el campo y hacía un poquito de virujilla, lo cual no impidió que nos sentáramos en una terraza a pasar frío y de paso a compactar los huevos, que cuando llegué a mi casa y los tenía como pelotas de ping pong. Al día siguiente ya me noté que tenía la garganta tocada mientras preparaba la maleta. Llegué al aeropuerto al mediodía y como siempre, sonrisas infinitas para que no me hagan pagar por exceso de equipaje. Esto me ha funcionado siempre salvo en la última ocasión en que viajé con los cabrones de mierda de Iveria, gentuza que me levantó una pasta por tres kilos. Por suerte de mi mano ya no comen y espero verlos caer algún día, momento que celebraré con gran alborozo. Como había que esperar un rato pasé el control del seguridad y me dediqué a curiosear por las tiendas del aeropuerto, esas libres de impuesto que consiguen vender las cosas más caras o al mismo precio que las que sí pagan impuestos. Precio de una botella de whisky que llevaba de encargo en el aeropuerto: veintisiete euros libres de impuesto y con super de rebajas se quedaba en veintitrés. Yo pagué veintidós en un hipermercado en el que no estaba en oferta. No diré más. Me dejé caer por el Vurguer Queen que hay dentro de la terminal y casi me caigo del susto cuando vi la alegría con la que han puesto los menús que en cualquier otro lugar valen cinco euros a nueve. Desde aquí os lo digo, ni se os ocurra pisar uno de esos restaurantes en los aeropuertos españoles, que parece que la calidad de su comida debe ser infinitamente superior al resto cuando con tanto descaro se arriesgan a atracar al cliente.
De vez en cuando miraba los paneles y mi avión seguía sin tener puerta asignada. Cuando ya era la hora del embarque se oye un aviso por megafonía y sale la gente corriendo desde todos lados hacia dicha puerta. Nos empaquetaron a todos allí dentro y salimos hacia el norte. En este primer vuelo me tocó una pareja de ancianos a mi lado que no dieron la lata ni intentaron hablar conmigo, lo cual agradezco de veras. Aproveché para escribir algo. El descenso no fue tan mal como me esperaba. Los oídos se me desbloqueaban sin problemas por la diferencia de presión pese a mi latente catarro. Cuando llegué a Barajas, posiblemente el peor aeropuerto de Europa, nos tuvieron un gran rato esperando en el avión antes de que llegaran los que se supone que ponen la escalerilla y demás. Aproveché para cumplir con el ritual de la cagadita en el aeropuerto, que con las tasas que pagamos por usar esos recintos por un par de horas es lo menos que les puedo dejar para mostrar mi agradecimiento por su abnegación a la hora de robar a los pasajeros. En la zona de la puerta C37 me conecté gratis a internet y casi sin darme cuenta nos llamaron para tomar el siguiente vuelo.
KLM es una compañía que está a otro nivel y eso se nota. Subimos y salimos hacia casa sin problemas. El piloto nos contó su historia como siempre y las azafatas pasaron dando los bocadillos y demás. había mucho garrulo español allí dentro gritando y dejándonos a la altura del betún. llevaba dos a mi lado de cuidado, una parejita que iban de vacaciones a Amsterdam. Todos sus intentos de comunicación con la azafata fracasaron y ellos lo achacaban sin dudarlo al deficiente inglés de la misma. Yo por joder hablaba con ella en holandés y la pobre mujer me miraba cada vez que tenía que tratar con aquellos y sonreía resignada. Imagino que cuando se metieron en algún koffieshop les pusieron hierbas de algún montón de estiercol y estos ni se enteraron.
Al aterrizar fue cuando comenzaron los problemas para mí. Un oído compensaba la diferencia de presión sin problemas pero el otro no funcionaba. Mil metros menos, dos mil, tres mil y aquello que no aflojaba y la presión dentro seguía aumentando. Un dolorcillo comenzó a extenderse desde la oreja hacia el interior y aumentaba por momentos. Seguimos descendiendo sin que aquello mejorara. Intenté todos los trucos conocidos: soplar trancando la nariz, abrir la boca y tragar, masticar chicle y nada lograba romper el bloqueo del oído. Todo esto sucedió en unos veinte minutos que no olvidaré en mucho tiempo. Cada nuevo nivel de dolor insoportable era rebasado sin problemas y continuábamos hacia la siguiente frontera. Al tomar tierra se desató el infierno, de una tacada oí como algo rasgándose y el oído liberó la presión. Del dolor casi me desmayo en mi asiento. A ese le sucedieron tres más consecutivos que me provocaron dolor de cabeza y un dolorcito que me duró dos días, además de dejarme medio sordo. Salí del avión tambaleándome y fui directo al Schiphol Travel Taxi. No tuve que esperar mucho por el taxi compartido y media hora más tarde ya estaba en mi casa.