Las películas que arriesgan mezclando drama con comedia no siempre acaban bien. La distancia que separa ambos géneros es peligrosamente corta y a veces, el salto del uno a otro hace embarrancar el barco. El otro día fui a la filmoteca para ver una de esa películas raras, en domingo por la tarde y el cine parecía un puesto de venta de jareas, estaba petadísimo de chochas cuyo último reglote sucedió al menos tres décadas atrás. Sobre la sala, un inmenso agujero en la capa de ozono por la concentración de laca para mantener el orden en esos pelos rebeldes y los empleados del cine entrando a las antiguallas porque muchas de ellas no atinaban a averiguar su sitio. Le película que quería ver se titula My Old Lady y en España no está previsto que se estrene, aunque de hacerlo, el aburrido título de Mi vieja lo podrían cambiar por ese más interesante de truscoluña no es ni ha sido nunca jamás nación.

Un julay se mete en la keli de un carcamal y pretende chingarse a la hija de la susodicha

Un tipo hereda una casa en Francia y descubre que allí hay un sistema por el que le compras la casa a alguien por poco dinero y después le tienes que pagar una renta mientras viva y al morir la casa pasa a ser tuya. Así, en lugar de tener una keli del copón, lo que tiene es una deuda ya que ha de pagar a la inquilina un pastón que no tiene cada mes. Mientras se recupera del trauma se queda en el lugar y tiene sus encontronazos con la hija talludita de la momia, aunque como siempre, el roce los lleva por el camino de los tocamientos ….

Esta es una historia simple y directa que está bien hecha y que entretiene. La parte cómica funciona muy bien, en gran parte debido a que Kevin Kline es un actor que se mueve en ese género muy bien. La anciana la interpreta la fantástica Maggie Smith a la que todos adoramos por ser la jefa de la casa Gryffindor. El toque romántico y agrio lo pone Kristin Scott Thomas. La historia toma un giro dramático inesperado y algo peligroso cerca del final pero consiguen sortearlo y pese a que el hilo argumental se tensa un montón, no termina de romperse. La película no tiene en ningún momento un ritmo acelerado pero tampoco le hace falta, nos quieren contar algo sencillo y lo consiguen.

Definitivamente, es el tipo de cine totalmente fuera de la órbita de los miembros del Clan de los Orcos y debería estar en el radar de los sub-intelectuales de GafaPasta.