Algunos pueden pensar que yo hago una receta, le saco fotos y después jamás la vuelvo a repetir. En realidad por aquí solo veis las que me gustan y procuro hacer y las otras, los experimentos fallidos caen en el olvido. La semana pasada estaba vaciando mi congelador para descongelarlo y como tenía un paquete de masa de hojaldre hice pruebas de una receta que quiero poner en el futuro y con la masa restante cené un día unas Empanadas de hojaldre que estaban riquísimas. La receta (y foto) la vimos por primera vez en mayo del año 2008 y desde entonces ha sido uno de esos comodines para días en los que no se te ocurre nada y no quieres ir al supermercado ya que casi todos los ingredientes los suelo tener en casa. Hoy, un año y medio después de ver la foto por primera vez, le damos la bienvenida al Club de las 500.
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Las anoréxicas del mojito y algo más
La semana pasada superé las primeras cien películas vistas este año. me adelanté en casi una semana al ritmo que llevaba el año pasado. Ochenta y ocho de las películas que he visto este año tienen en común que fui a cines holandesas, usé mi tarjeta de cine ilimitado y en todas ellas pusieron el anuncio de las putas anoréxicas del mojito que no es cubano. la primera vez que vi este anuncio hace unos años hasta me gustó. Después de ver el mismo anuncio cientos de veces ya no me hace ninguna gracia, me repele el ritmo machacón con el que se agitan todas esas putas anoréxicas en la pantalla, unas tías que no existen en ningún lado y que jamás verás en un bar o en una sala de fiestas, con sus cuerpos descarnados y esas ropas que cuelgan como si estuvieran en una percha. Algunas intentan sonreír mientras se menean y puedes ver la forma de sus mandíbulas que resaltan en los pellejos de la cara y siempre me pregunto como reaccionarán si te pones delante de ellas a comerte un buen plato de cocido o de jamón serrano o un trozo enorme de tarta de queso. Supongo que saldrán corriendo hacia el baño a meterse un par de dedos en la boca y vomitar para intentar redimir su pecado ya que ellas se ven perfectas así, anoréxicas, sin carne ni chicha de la que agarrarse.
En el anuncio, todo un clásico de las mentiras, ellas se agitan al ritmo de la música mientras toman mojitos y un pollaboba prepara uno, machacando las hojas de menta sin parar y por una de esas maravillas de la vida, para cuando termina el mojito las hojas vuelven a estar enteras, convenientemente repartidas por todo el vaso y donde había un montón quedan solo unas pocas.
La gran mentira de esta empresa es que todo el mundo piensa que es de ron cubano y no se lo terminan de creer cuando les explico que en realidad su sede están en las Bermudas, su fábrica principal en Puerto Rico y que de cubano solo tienen su origen ya que desde hace décadas están fuera del país. Han conseguido que la gente los perciba como cubanos, con ese aura mágica que rodea a la gente de la isla.
Cambiando el paso, esta semana han llegado mis padres y se quedarán por estas tierras veintiocho días. En ese tiempo iremos un fin de semana a Luxemburgo, otro a Praga y los restantes los pasaremos visitando lugares en los Países Bajos. Aunque seguiré yendo al cine no creo que me pueda pegar las maratones que hago habitualmente y por eso me he aprovisionado convenientemente en los últimos días.
En una semana comenzaré con el nuevo curso de neerlandés, los niveles 5 y 6 que me faltan para completar mi formación. Por primera vez iré a clase por las tardes, un día a la semana durante un montón de meses ya que esta etapa final me la quiero tomar de forma más relajada. A fuerza de hacer tantos cursos ya me conozco a la mayor parte del profesorado del lugar al que acudo y la profe será la misma con la que comencé mi andadura por el idioma holandés hace la tira de años. Curioso como se cierran los círculos, como damos la vuelta completa y volvemos al mismo lugar en el que comenzamos.
Y entre viajes, clases y cine, las hojas de los árboles ya han comenzado a caerse y poco a poco el otoño nos envolverá con su atmósfera especial, los colores intensos con los que nos despedimos de la luz y el frío que poco a poco entrará en nuestras vidas para quedarse durante casi medio año.
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La semana pasada en Distorsiones
La campaña para Salvar Distorsiones está a punto de acabar y por si queda algún rezagado, entre hoy y mañana aún queda tiempo para poner vuestro granito de arena.
La semana pasada la comencé Matando ratas en esta casa y no me refiero a mi casa física sino al rinconcito en la red que esconde mi bitácora. Descubrí que alguien había incrustado algún tipo de código que apuntaba hacia una de esas páginas que venden productos falsos para mejorar la eficiencia sexual y me pasé el día no solo arreglando el problema sino también mejorando la seguridad para que la próxima vez lo tengan más difícil. También fue la semana en la que por fin expliqué lo del punto de no retorno, una línea invisible que igual cruzas en algún momento de tu vida sin darte cuenta y que en mi caso, sucedió el año pasado. Mas tarde estuve en el The Viva la Vida Tour del grupo Coldplay y me lo pasé bomba y para terminar esta semana tan variada comenté que Las cosas hermosas siempre tienen nombre y en esa anotación busco algo de ayuda para organizar todas las recetas de una forma más lógica.Hemos terminado con las fotos de Estambul. La semana pasada vimos la Mezquita de Rüstem Pa?a ? Rüstem Pasha Camii y su Interior de la mezquita de Rüstem Pa?a, después una foto de un plato de Köfte y una vez completada la serie llegó el Álbum de fotos de Estambul. Hasta que empiece la próxima aprovecharemos para una pequeña visita al Club de las 500 y las primeras fotos en entrar han sido la de las Papas al horno en el club de las 500 y un delicioso Estofado de carne y cerveza Guinness en el club de las 500.
Acabamos la semana con Cine, dos películas entretenidas. Primero la angustiosa The Haunting in Connecticut ? Exorcismo en Connecticut y después lo último de Almodóvar, que ha tardado en llegar a los Países Bajos pero finalmente lo ha hecho y sin ser lo mejor que ha hecho, Los abrazos rotos está entretenida.
Y así transcurrió la semana ??
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Los abrazos rotos
No hay mucho cine español que cruce los Pirineos. No lo hay porque el que se hace no lo vale, es un cine pagado con subvenciones y que no interesa a nadie. Así de claro. De los pocos directores españoles que son capaces de saltar al panorama internacional, Pedro Almodóvar es el mas conocido ya que se ha hecho un nombre. Su última película ha comenzado a saltar por los diferente países europeos durante el mes de agosto y ha llegado a los Países Bajos hace un par de semanas. Supongo que ya sabéis que voy a hablar de Los abrazos rotos.
Un julay calenturiento pierde de vista todo aquello que quería
Tenemos dos tramas en distintos espacios temporales que se complementan. En una, un director se encapricha de una actriz que es la querida de un millonario muy poderoso y mientras rueda una película con ella sucede lo inevitable y la cosa se les escapa a todos de las manos. En la otra trama, en el presente, el mismo director, ahora un escritor ciego vive medio amargado y parece esperar que llegue algún evento que cambie su vida de alguna manera.
Las películas de Almodóvar siempre tienen unos diálogos muy cuidados y esta no es la excepción. A lo largo de las más de dos horas que dura aprenderemos un montón sobre los protagonistas, sobre el amor y el desamor, la ira, el deseo, los celos y todos esos instintos muy básicos que nos mueven y por los que cometemos todo tipo de estupideces. Las mujeres siguen siendo el motor de su cine aunque en esta los hombres están bien representados. Curiosamente, la parte que menos me gustó fue la que rodaron en Lanzarote, una isla a la que le tengo una inquina particular después de haber vivido allí durante cuatro meses en el verano del año 1992. Juré que nunca volvería y aún mantengo mi promesa. La película me hizo recordar aquel verano ya que por casualidades de la vida, la han rodado por la zona en la que yo me movía. Si descartamos este segmento, que aunque fundamental me trae malos recuerdos, el resto es una bonita historia de amores imposibles y las consecuencias de los mismos, con afiladas puntas que se lanzan unos a otros y que aunque no siempre funcionan, mantienen el interés de los espectadores y consiguen que de cuando en cuando se nos escape una sonrisa. Esto último es algo que le falta a la película, algo más de humor, que los personajes se rían de si mismos ya que en los pocos momentos en los que el director se lo permite es cuando todos brillan y resplandecen.
De todas las mujeres me quedo con Blanca Portillo, que como siempre esta que se sale y con las tetas de la Penelope, que parece haberle cogido afición a enseñarlas. De los chicos, no conocía a Tamar Novas y me ha encantado, lo tendré en cuenta en futuras películas o series españolas.
No creo que sea lo mejor de este director pero tampoco es una mala película. Le faltó quizás algo de valor para recortar metraje y tirar un poco más de la comedia pero por lo demás, es una historia entretenida y con el sello inconfundible de su director. Supongo que en España ya ha salido en DVD o debe estar a punto de hacerlo por el tiempo que ha pasado desde su estreno.