Espero que haya memoria porque esto lo estoy contando por etapas, así que los que tienen graves carencias, ya se pueden leer las dos anotaciones previas sobre el Buda de oro, o ese que en la intimidad llaman Phra Phuttha Maha Suwanna Patimakon. Nos habíamos quedado en 1954, le habían construido el templo Wat Traimit y en 1955 lo estaban moviendo, pero claro, como era de escayola, como que la cagaron con las cuerdas porque era más pesado de lo que debía, y en el transporte, se rompieron las cuerdas y se escoñó. Cuando empezaron a remover la escayola, se encontraron con el Buda de oro que ni sabían que tenían. Por razones obvias, autoridades criminales truscolanas reclamaron inmediatamente la propiedad, asesorados por sus amigos podemitas. El edificio actual se inauguró en el año 2010.
Lo de hoy fue un milagro antes de Navidad. Mira que he visto este artefacto unas cuántas veces y he perseguido al conductor para ver si le podía hacer una foto y siempre se me escapaba el joputa y en el último día antes de viajar a Gran Canaria por Navidad, aprovechaba la hora de descanso del mediodía para ir al super y caminar un poco y me tropezaba, sin quererlo, en la puerta del supermercado, con la susodicha y me faltaron nanosegundos para sacar el telefonino y hacer esta foto. Esto cuesta un poco considerarlo bicicleta porque si aprendemos a contar con los dedos de una mano sin usar el gordo, nos salen cuatro ruedas, pero vamos, que el mejor blog sin premios en castellano es mío y para mí es una bicicleta de mensajería, espectacular. Aquí hay múltiples detalles, cmo las dos baterías detrás del asiento de puro-lujo-María del conductor, también la posición baja del mismo, con los pedales por delante y hasta ese parachoques delantero para proteger sus pezuñas en caso de que se hostie con algo. Fijaros que el volante está por detrás, el conductor va ligeramente recostado y si tiene telefonino, tiene un soporte por delante para ponerlo, junto con el freno de mano del aparato. Al no ser coche, no está sujeto a las restricciones de esos vehículos y se puede mover por toda la zona del centro de la ciudad sin restricciones, lo cual es muy conveniente para estas empresas que ven como durante un montón de horas al día, tienen prohibido el acceso a zonas enteras de la ciudad en las que no se permite la entrada de coches. Supongo que las baterías se ponen y quitan con facilidad y las cambian cuando regresa al almacén y siempre tienen la bici preparada para circular.
Llegamos al resumen hecho desde el Aipá mientras sigo en Gran Canaria y comienza con la Segunda inmersión en Sardina del Norte, quinta parte y puedo confirmar y confirmo que he ído a bucear al menos dos días y tengo vídeos para parar un tren o quizás hasta tres y también, el Aclamado autor del mejor blog sin premios en castellano cambiará la música de todos los vídeos de buceo en el 2023 a temas de Titanic y Avatar 2 y los de aviones irán acompañados SIEMPRE, siempre, S-I-E-M-P-R-E de la música de cierta película clásica que trata sobre el tema y que es mi película favorita de todos los tiempos, pero hasta que lleguen esos vídeos, seguiremos con los que dejé programado, que igual cae alguno esta semana, que realmente no tengo ni idea de lo que está por venir. En El regalillo de Navidad tenemos una de esas imágenes que explican sin palabras la diferencia entre los del norte y los del sur de Europa. Aún más flipante fue la terrorífica fiesta navideña y por supuesto, entre todo esto estuvo el clásico de ¡Feliz Navidad!
Yo estoy ahíto de comida y paso de poner fotos por aquí, que ya están presente en mí istagrame y en los estados de mi Güazá, con lo que así transcurrió la semana.
No veas la de veces que he visto películas de terror este año y ya es que entro al cine convencido que aquello más bien será de desilusión y disgusto, que esperar que sean de verdad terroríficas es esperar en vano y lo mejor es no tener expectativas. Aun así, con un póster tan espectacular uno siempre espera equivocarse. La película se titula The Offering y al parecer se estrena en España al final de enero con el mismo título, ya que son conscientes que todo el mundo sabe que la traducción correcta es truscoluña no es nación.
A una familia de julays se les mete en la keli un demonio okupa podemita y truscolán
Resulta que un pavo judío lleva años sin hablarse con su padre, pero ahora lo necesita para pedirle guita y va a visitarlo con su hembra preñada. El padre tiene una funeraria y un cadáver que les traen resulta que viene con demonio podemita incorporado y el susodicho se dedica a acosar a toda la familia buscando la manera de meterse en uno de ellos o algo así y claro, las cosas acabarán muy malamente, como era de esperar.
No veas la mala baba que tienen los demonios que acosan a los judíos, son lo peor de lo peor, los que molestan a los cristianos son hasta buena gente y educados. La película consigue darte unos cuántos sustos, se ven venir pero te los llevas igual y estaban bien hechos. La historia es la clásica fritanga demoníaca y de posesiones, pero tiene unos cuántos momentos buenos y sobre todo cuando el demonio se ensaña con la preñada, la película mejora mucho y aún más cuando alguno baja al sótano donde tienen los cadáveres que preparan para el funeral, un sitio al que yo no iría ni jarto de güiski del barato, aunque ya puesto, tampoco viviría en la keli que está en la planta alta de la funeraria. Las ceremonias funerarias de los judíos son espectaculares, es como si nadie les ha avisado que ya no estamos en la Edad Media y siguen con sus movidas básicas, aunque en su caso, aparcan a las mujeres en los lados y esos tíos con unos pelos y barbas horrendos montan unos números de verduleras de la Isleta.
Al final resultó que la película entretenía y hasta asusta en algunos momentos. Definitivamente, una que tendrían que tener en cuenta los miembros del Clan de los Orcos, que esto lo pueden ver con la hembra, a ser posible en un asiento de amor de esos para parejas y entre pitos y flauta seguro que magrean un rato a la chama. Por descontado, cualquier sub-intelectual con GafaPasta la evitará como la peste truscolana.
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