Hoja de ruta del 2017


Por aquello de alterar el orden de los ingredientes, este año me salto la secuencia del año pasado y hoy en vez de repasar, me dedico a la mentira impune e impúdica, puedo prometer y prometo todo aquello que no cumpliré porque no me sale de los gregorios. Esta es quizás la anotación más tradicional de todas, es casi tan vieja como el mejor blog sin premios en castellano y así, llegamos a la decimotercera edición y como aquí hay muchos que si se muerden la lengua se envenenan, os dejo los enlaces a las doce versiones anteriores de este resumen familiarmente conocido como VAMOS A CONTAR MENTIRAS TRA LA LÁ. Comenzó en el año 2005 y continuó en los años 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016.

En el décimo cuarto año del lugar en el que Nada es lo que parece, no hay planes para abandonar el barco más que os pese. De hecho, aprovechando la locura del viernes negro ese de los gringos, renové el alojamiento por tres años y todo está pagado y bien pagado hasta el 2020 y seguiréis sufriendo y padeciendo la página GRATIS TOTAL, que todos sabemos lo rastreros que sois si se os pide guita.

En este año 2017, pienso seguir corriendo, algo por lo que ni yo daba un céntimo de leuro y que al final ha resultado que soy un hiper-dotado y dos veces por semana me hago mis kilómetros y entre eso y los jiñotes, estoy como la mejor de las norésicas-bulímikas y ni siquiera tengo que plantearme hacerme la dieta DosDedos como muchos de los que me leen, que cada vez se dan un aire más grande a Falete. En este nuevo año seguiré cocinando y cuando se den las condiciones adecuadas hasta añadiré nuevas recetas en mi pequeño libro de recetas de cocina, el cual ya no es tan pequeño.

Como todos los años desde el 2003, este año buscaré y espero encontrar un nuevo trabajo y con un poco de suerte me echarán, que es lo que más ilusión me hace (aparte de la cadena de dos kilos de oro que cagó el moro). Mi empresa parece estar cortejando el concepto de reorganización aunque como tenemos intelectuales expertos en la palabrería, no lo llamarán así y dirán algo como normalización de recursos o nivelación de organigrama.

El capítulo que ahora mismo está más obscuro es el de viajes, los cuales dan mucho contenido original al blog. Solo tengo confirmados un fin de semana en Málaga en enero con visita al Caminito del Rey y una semana en Gran Canaria en marzo. Lo demás está colgando de que me echen, algo que espero que anuncien muy pronto. Me gustaría volver a las Filipinas o quizás pasar de nuevo por Vietnam o Tailandia. Lo llevo todo muy de tapadillo porque el Turco debe estar preñado y está de antojo para ir conmigo y yo tengo clarísimo como el agua de lluvia que mejor solo que acompañado y no quiero llevar lastre humano de ningún tipo. Hablando del Turco, es probable que regrese a los Países Bajos para un mega-proyecto y de ser así, no iré a Turquía, país por el que paso unas dos veces al año. Creo que este año repetiré con Berlín con mi amigo alemán y de resto, no tengo ni idea. Básicamente, creo que he ido a todos los sitios que conectan Holanda con el mundo a través de Ryanair y aquellos que no he pisado, mayormente en Francia, es porque no me interesan. Entre las ciudades que están en mi rádar tenemos Helsinki, San Petersburgo y me enteré que hay una línea de costo bajo de Islandia que también vuela a un par de sitios en Gringolandia y he sopesado el ir 3 o 4 días a la ciudad esa que no hay manera de escribir porque son un montón de consontantes juntas y de allí seguir a San Francisco y pasar otros cuatro días allí, número obtenido gracias al consejo del Turco, el cual va tres o cuatro veces al año y la considera la mejor ciudad de los Estados Unidos del Trump. Por supuesto que iré a algún lugar en Italia, seguramente Roma y si puede ser, algún sitio en el que aún no haya estado.

Conseguí mi cuarta secuencia consecutiva con más de DOSCIENTAS películas vistas en el cine y espero currarme la quinta. No creo que tenga problemas con esto porque el cine es mi religión.

De lunes a viernes seguiré poniendo fotos en la bitácora. En momentos puntuales repetiremos con aquellas que entran en el club de las 500 y supongo que alrededor de febrero acabaremos con el extenso repaso a Vietnam y después nos daremos unas vacaciones con ciudades europeas antes de atacar las Filipinas, ya que he decidido que ese país merece un año de fotos mucho más que Indonesia o Tailandia. Prácticamente los cincuenta y dos lunes del año habrá un Resumen semanal y con regularidad veremos fotos de Bicicletas y Cervezas, que son las dos series que parecen no tener final alguno.

Por si alguno no lo ha notado, este es mi diario y lo rellenaré con las polladas que se me ocurran, siempre estúpidas y siempre narradas desde mi punto de vista distorsionado del universo conocido y por conocer, ambos sin truscoluña, que no es nación. Las tonterías más personales suelen quedar archivadas en la categoría de Reality sucks. La siguiente promesa que incumpliré la copio de años anteriores y repito que escribiré la legendaria trilogía Láctea, esa obra maestra de la zafiedad que cambiará la percepción que ninguno tiene de mi y que consta de tres episodios titulados Leche machanga, carne de machorra y leche mangorra y puedo confirmar y confirmo que no lo haré.

Por supuesto que voy a escribir un libro y por supuesto que no lo haré pero de eso trata una hoja de ruta, de poner cosas imposibles y algunas posibles. Obviamente, el tema de ese libro está claro, es una historia épica y legendaria de una bollera chichona que trabaja sorbiendo cipotes de curas y que debe dejar su trabajo porque le están saliendo muchas caries por su dieta y por culpa de eso, acaba viviendo en un poblacho vacío y ganándose la vida como campesina de productos biológicos, que son los mismos que los otros pero a dos veces el precio y se echa una novia portuguesa que la arruina con tanto gasto en maquinillas de afeitar para quitarle los dos bigotones que le crecen como malas hierbas.

Sigo creyendo que debería retomar el Porcas de Distorsiones pero seamos honestos, no tengo tiempo y no lo haré, aunque tenga el micrófono y todo lo demás. Seguiré con el italiano y espero mantener mi racha de más de dos años de constancia en el Duolingo y aún no sé qué idioma añadiré cuando consiga mi objetivo actual, que es tener al cien por cien los tres cursos de italiano que tengo, el de italiano para españoles, el de inglés para italianos y el de italiano para ingleses. Ojalá que algún día hagan el de español para italianos porque me haría muchísima ilusión aprender a hablar el ESPAÑOL.

En resumen, MÁS DE LO MISMO, con dos anotaciones diarias salvo por circunstancias ajenas a vuestras voluntades y todo eso y seguramente algo más en Distorsiones.

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2 respuestas a “Hoja de ruta del 2017”

  1. A mí también me gustaría ir a San Francisco este año o por lo menos a algunos de los parques nacionales de Utah, Nevada, etc. y al Gran Cañón, que me pone mucho. A ver si puedo.