Distorsiones

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  • Visita a la isla de Corregidor

    24 de mayo de 2016

    El relato comenzó en Cruzando China camino de Manila

    La razón por la que añadí un día extra a mi paso por Manila, ciudad que es tan detestable o más que Bangkok fue por seguridad. Estando en Siargao y teniendo que volar desde allí, corres el riesgo que si hay un poco de mal tiempo, cancelen los vuelos y te dejen tirado. Por eso quería tener veinticuatro horas adicionales de margen, ya que era demasiado lejos para cualquier alternativa de transporte. Mirando en las cosas que se podían ver fuera de la ciudad me topé con una excursión a la isla de Corregidor, la cual está controlada por una compañía turística y han hecho de aquel lugar una especie de parque de atracciones centrado en la ocupación americana y japonesa y los eventos de la Segunda Guerra Mundial. El barco salía a las ocho de la mañana desde el muelle que está junto al centro comercial gigantesco Mall of Asia y te obligaban a tener el billete y todo apañado antes de las siete y media así que salí del hotel sobre las siete de la mañana en taxi y llegué allí en cuatro minutos. Primero hice cola para que me dieran mi billete, que resultó ser una pegatina que te ponías en el pecho para identificarte como a ganado y ellos saber a qué grupo pertenecías y lo que habías contratado. Después pagué las tasas del puerto, que en Manila son treinta pesos o unos sesenta céntimos de leuro y después entré al barco y me senté en el asiento que me asignaron. A las ocho, con más de doscientas personas, el barco soltó amarras y salió a todo meter hacia la isla de Corregidor, la cual está a unos cuarenta y seis kilómetros de Manila. El barco es de los de velocidad disparatada y hace el trayecto en una hora y cuarto, tiempo en el que te tupen a vídeos informativos si los quieres ver, ya que yo me dediqué a escuchar un audiolibro. Me habían asignado la guagua/tranvía número dos y al llegar, la busqué y me subí. Cada tranvía (son guaguas abiertas con el aspecto que tenían los tranvías que existían en Corregidor) sigue una ruta distinta para evitar que todos estemos a la misma vez en el mismo lugar. Nosotros fuimos hacia el lugar en el que el general americano Doublas MacArthur abandonó la isla cuando los japoneses estaban ganando la guerra y prometió que volvería. En el sitio han puesto una estatua del chamo. Desde allí fuimos a ver el monumento a la Mujer Filipina, las cuales tuvieron un papel muy importante en la liberación del país. Esta isla está petada de memoriales así que nos movíamos de uno a otro. Ya en la primera parada di mil gracias a mi ángel de la Guarda por inspirarme y escoger el tour en tranvía y no el de caminar porque Manila es un infierno y allí no hay quien de un paso. Antes de seguir y para los más incultos, decir que en la bahía de Manila hay cuatro islas y todas se usaban para la defensa de la ciudad ya que están algo alejadas de la misma y así hay tiempo para organizarse en la ciudad de ser necesario. Desde que los españoles llegaron se convirtió en un fuerte defensivo de Manila y así continuó hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Regresando al relato, fuimos al Museo de los Héroes Filipinos, que tiene fotos y tal y un bonito memorial afuera. La isla es pequeñita pero desde siempre ha estado muy bien aprovechada.  Por la carretera vi algo raro cruzando y penséis que era un truscolán de mierda pero resultó que era un mono con lo que ahora ya sabemos de dónde proviene esa escoria sucia y deleznable. La guía nos dijo que tuviéramos cuidado porque al igual que con los truscolanes, esos monos son malos que no veas y si pueden te atacan. Nuestra siguiente parada fue el Jardín Japonés de La Paz, que está en el lugar en el que los americanos hicieron un cementerio para enterrar a los más de cuatro mil japoneses que se inmolaron cuando perdieron Manila. En la isla se construyeron un montón de túneles y los japoneses se metieron dentro con los explosivos y el combustible y se suicidaron. Los americanos y filipinos los enterraron pero se perdió el rastro de ellos y solo cuando un gringo les mandó una foto que se hizo en un lugar en el que había un cartel que decía Cementerio japonés los pudieron descubrir. Como los japoneses son muy fans del quemar, vinieron, sacaron todos los cuerpos (o casi todos, los filipinos están convencidos que se dejaron un montón atrás) y los metieron en veinte sacos y en el lugar han hecho este memorial. Los filipinos dicen que es imposible que cuatro mil julays quepan en veinte sacos. Desde allí seguimos hacia el Túnel Malinta, palabra que al parecer significa sanguijuelas porque los túneles estaban llenos con esos bichos. Recorrimos el túnel a la largo pero no a lo ancho, unos trescientos metros con algunas paradas en el interior. En los laterales de esa arteria principal, hay hospitales, zonas de dormir, despachos y de todo y hay una parte, la de los arsenales que fue la que los japoneses dinamitaron on ellos dentro para que no los capturaran los americanos vivos. Vimos las zonas en las que estaban los despachos de MacArthur y del presidente filipino y algunos de los respiraderos. La verdad que la visita es muy interesante, sobre todo por toda la información relativa a la Segunda Guerra Mundial. 

    En la isla el restaurante tiene una capacidad limitada y a nosotros nos asignaron la hora de las once para el bufete. La comida me pareció mierdosa pero bueno, iba incluída. Tuvimos unos cuarenta y cinco minutos para encochinamos y aquel lugar es un hotel ya que hay gente que se queda una o dos noches allí. 

    Después de comer fuimos al otro lado de la isla para ver Battery Way, una serie de cañones instalados por los americanos para defender Manila. Es impactante. También visita o otros dos lugares con cañones, todos diferentes. Fuimos a Grubbs y Hearn, que es uno enorme. En Grubbs  nos cruzamos con otro grupo de monos y se molestaron un montón cuando les gritamos que truscoluña no es nación. Después fuimos a una zona con barracones bombardeados por los japoneses. En esos barracones había miles de soldados y en uno, que era cafetería, estaba el general MacArthur comiendo cuando comenzó el bombardeo, el cual también destruyó el hospital y por eso y durante unos meses, movieron todo a los túneles que habían construído en la isla y que después los japoneses también usaron. Los barracones en la parte alta (Topside barracks) se han dejado en ruinas para que la gente vea lo brutal que fue el ataque. Desde allí fuimos a ver el Pacific War Memorial, muy pomposo y espectacularmente en ruinas, ya que hicieron algo demasiado sofisticado y ahora no lo mantienen. En esa zona también están los restos del cine de los americanos, en el que se dice que la última película que se puso fue Lo que el viento se llevó y un truscolán robó. Estuvimos también en varios puntos que eran miradores con unas vistas preciosas de la isla y de la bahía de Manila. La última parada fue en el punto más alto de la isla, el Faro Español, el cual ha sido restaurado con ayuda del gobierno español. Subí para ver las vistas desde arriba. Desde allí nos llevaron al muelle porque ya había pasado el día y era la hora de regresar a Manila. Cuando llegamos, me acerqué al centro comercial Mall of Asia y me aprovisioné de mango seco en el supermercado y compré unos cuantos recuerdos en una tienda. Después, regresé e la hotel y así más o menos acabó el día.

    El relato continua en El regreso larguísimo casi eterno a casa

  • La muralla de la ciudad de Lucca

    24 de mayo de 2016
    La muralla de la ciudad de Lucca

    Una de las cosas que son únicas a la ciudad de Lucca es la muralla renacentista en perfecto estado que rodea completamente el centro histórico de la ciudad y que se ha preservado. Aunque la ciudad tenía otras murallas desde tiempos antiquísimas, esta se comenzó a construir en el año 1545 y les tomó un siglo hacerla, en una época en la que la ciudad y sus alrededores eran una república. Se construyó pensando en una posible invasión de truscolanes, esa chusma y gentuza que jamás hemos logrado aniquilar por completo en Europa y de la que hoy en día hay una infección en el noreste de España. En 1799, Maria Luisa de Borbón cambió el uso y las adaptaron convirtiéndolas en un lugar de paseo. La muralla tiene unos cuatro kilómetros en total.

  • Regresando a Manila

    23 de mayo de 2016

    El relato comenzó en Cruzando China camino de Manila

    Hoy era el día tan temido. Volver a Manila es afrontar el final de las vacaciones. Me levanté temprano y a las siete menos cuarto estaba desayunando. Ya tenía la bolsa con todo dentro. Ocho kilos de carga, nada más. Si necesitas más que eso para pasar unas semanas en Asia, estás haciendo algo mal. En realidad, sin la cámara ni el iPad viajaría con menos de cinco kilos pero esos dos trastos son irrenunciables. De las cosas que he traído este año y en otros anteriores, he llegado a la conclusión que la toballa que cargo no vale la pena. Son ochocientos gramos para un día que la uso porque siempre que voy a la playa, o me dan una en el hotel, o me tiro en la arena. La próxima vez me traeré una pequeñita por si la necesito en alguna ocasión para secarme y nada más. El problema de viajar con Cebu Pacific Airlines con ocho kilos es que ellos solo permiten siete de equipaje de mano así que la cámara sale de la bolsa y me la cuelgo y cuando voy a facturar y controlan el peso, quedo muy por debajo del máximo. 

    Esta mañana llovía un montón cuando llegó la furgoneta que me llevaría al aeropuerto. En total viajábamos cuatro. Tardamos unos cuarenta minutos en llegar y en más de una ocasión pensé que el conductor asesinaba a algún niño o viejo, ya que pese al diluvio, él no reducía la velocidad y avanzaba como un loco por una carretera parcialmente inundada. De alguna manera lo logró y al llegar al aeropuerto comenzó el cachondeo. Primero pasamos un control de seguridad a la entrada de pura risa, los empleados ni miraban la pantalla de la máquina. Después me dieron mis dos tarjetas de embarque y tenía que pagar la tasa de la terminal, que son tres leuros en los aeropuertos pequeños de las Filipinas. Tras eso venía el control de seguridad auténtico solo que en ese aeropuerto no tienen máquinas de rayos equis y lo que hacen es que ellos goliznean en tu equipaje. Al pasar por el arco, siempre pita, algo imposible en mi caso porque no llevaba nada de metal con lo que me da impresión que el arco de metales es también de juguete. En esta época del año hay dos vuelos al día a Siargao de un avión con 72 plazas, con lo que como máximo llegan y se An ciento cuarenta y cuatro julays cada día. El avión llegó con media hora de retraso. Es un aeropuerto tan pequeño que no tienen ni combustible ni energía para los aviones así que el ATR-72 se queda con los motores en marcha y salen los pasajeros que llegan, entramos los que nos vamos, cierran la puerta y salen por patas. Fue algo tan rápido que recuperamos la media hora de retraso. 

    Lo he dicho. Lo repito. Cebu no me gusta nada y su aeropuerto lo odio, lo considero un lugar tan terrible y repugante como el aeropuerto de Madrid. Aterrizamos, nos llevaron en guagua a la terminal y seguí las señales para los que van en tránsito, que en realidad te sacan del aeropuerto y te llevan hasta el punto de control de inseguridad. En ese mismo lugar hace más de semana y media me quitaron la botella de agua y el desodorante. En esta ocasión, dejé la botella de agua dentro de mi bolsa y o no la vieron, o se las trajo al fresco. Te da una fe nula en los sistemas de control en los aeropuertos. Si no hay más atentados es porque los terroristas no quieren. Nos llamaron para el embarque a Manila media hora después del momento en el que teníamos que haber despegado. A mi lado no se sentó nadie y al no tener asiento asignado, me pusieron en la fila tres, que es una de las más caras cuando eliges el asiento al comprar el billete. Vinimos despegando con una hora de retraso y estuvimos sobre el cielo de las Filipinas una hora y cuarto. Desde el aire, el país es increíble, lleno de islas y hasta de otras que parecen hundidas, nonatas. 

    Después de aterrizar, volví a meterlo todo en mi mochila y fui a la parada de los taxis amarillos, más caros pero que usan el taxímetro. Como siempre, le mandé un mensaje al Rubio  con la matrícula del coche y el número de licencia para que si me pasa algo, que él se lo dé a la pasma. Tardamos veintiocho minutos en recorrer tres kilómetros, el tráfico en Manila es algo horrendo. El viaje me costó poco más de tres leuros. Tomé posesión de mi habitación en el Red Planet Aseana y me fui andando al Mall of Asia, un brutal centro comercial que está cerca. Fui al cine allí, algo que echaba de menos ya que han sido más de tres semanas sin cine y al salir me metí en el supermercado a arrasar on la sección de bolsas de mango seco Debía ser mi día de suerte porque compré siete bolsas, una de cien gramos y seis de doscientos y la empleada me cobró siete de cien gramos, con lo que me ahorré la mitad y mañana a provisión con otras diez o doce más. Después pillé un taxi para traerme al hotel porque por la noche sí que no me atrevo a caminar la distancia por una carretera más o menos desierta. 

    Y así acabó el antepenúltimo día.

    El relato continua en Visita a la isla de Corregidor

  • Las cuatro semanas pasadas en Distorsiones

    23 de mayo de 2016

    Una vez al año tenemos el mega-hiper-super-maxi resumen con varias semanas, enorme y dantesco y este es el que corresponde al año 2016 y que cubre en total CUATRO semanas. La culpa la tuvo mi segunda visita a las islas Filipinas en donde estuve algo más de tres semanas. Ese épico relato comenzó en Cruzando China camino de Manila y siguió con Desde Manila a Coron antes de hacer El primer paseo alrededor de la isla de Coron al cual siguió Mi segundo paseo alrededor de la isla de Coron y vivimos La escapada a las islas del tercer día en Coron y El día de los arrecifes de coral y los barcos hundidos antes de continuar el camino Regresando a Manila desde Coron para continuar Desde Manila a Donsol pasando por Legazpi para flipar Nadando con tiburones ballena en Donsol al que siguió Mi segundo día nadando con tiburones ballenas y traslado a Legazpi y al día siguiente fue el día del palizón con la Transición de Legazpi a Camiguin pasando por Manila y Cebu y una vez allí, visité La isla Blanca y recorriendo la mitad oeste de Camiguin y al día siguiente fui a Mantigue y la mitad este de Camiguin, tuvimos un día de Sol y playa en Camiguin al que siguió el viaje De Camiguin a Surigao y al día siguiente Desde Surigao a Siargao de chiripa milagrosa y una vez allí hice una Excursión a la isla de Kangbangyo y también estuve Saltando entre islas cerca de Siargao y el último capítulo hasta ahora fue el de Mi día en la isla desierta de Guyam. Como se puede ver, han sido unas semanas muy intensas y con un único tema (o mejor dicho, tres temas) en el blog y siempre, siempre, siempre, contenido original.

    Chiesa di Santa Maria ForisportamCattedrale di San Martino
    Callejones estrechos casi sin luz en LuccaIl Volto Santo
    Interior del Duomo di LuccaInterior de la chiesa dei Santi Giovanni e Reparata
    Cattedrale di San Martino y Piazza San Martino desde la chiesa dei Santi Giovanni e ReparataChiesa dei Santi Giovanni e Reparata
    Tejados y montañas con la Torre delle ore al frenteChiesa di San Giusto
    Via del FossoChiesa di San Francesco
    Claustro en el convento di San FrancescoBasilica di San Frediano
    Campanario de la Basilica di San FredianoInterior de la basilica di San Frediano
    Mosaico en la fachada de la Basilica di San FredianoVista desde la muralla de Lucca con el campanario de San Frediano
    Fonte Lustrale en la Basilica di San Frediano
    Piazza dell'Anfiteatro

    En todo este tiempo vimos fotos de la ciudad italiana de Lucca, como la Chiesa di Santa Maria Forisportam, la Cattedrale di San Martino, unos Callejones estrechos casi sin luz en Lucca, vimos el Interior del Duomo di Lucca y nos aterrorizamos con Il Volto Santo y vimos una preciosa vista de la Cattedrale di San Martino y Piazza San Martino desde la chiesa dei Santi Giovanni e Reparata, vimos la fachada de la Chiesa dei Santi Giovanni e Reparata y vimos el Interior de la chiesa dei Santi Giovanni e Reparata y después vimos unos Tejados y montañas con la Torre delle ore al frente y vimos la fachada de la Chiesa di San Giusto antes de ver la Via del Fosso y luego vimos la Chiesa di San Francesco y vimos el Claustro en el convento di San Francesco y vimos el Campanario de la Basilica di San Frediano y tras ese, vimos la Basilica di San Frediano y vimos el precioso Mosaico en la fachada de la Basilica di San Frediano y curioseamos en el Interior de la basilica di San Frediano y nos regodeamos con una bonita Vista desde la muralla de Lucca con el campanario de San Frediano y vimos la Fonte Lustrale en la Basilica di San Frediano y nos pasamos a echarle un vistazo a la bonita Piazza dell’Anfiteatro, punto en el que nos quedamos.

    Miss You AlreadyI Am WrathTriple 9El ClanRaiders of the Lost ArkEddie the EagleIndiana Jones and the Temple of DoomRide Along 2The BossCaptain America: Civil WarWhere to Invade NextIndiana Jones and the Last CrusadeX-Men: Apocalypse

    Desde el último resumen he ido a ver diez películas al Cine, repartidas entre una en Manila y las otras nueve entre el jueves y el domingo pasados. Por suerte hice mis deberes en su momento y tuvimos un flujo estable de películas en la bitácora para cada fin de semana con películas como el drama Ya te extraño – Miss You Already, seguimos con la patética I Am Wrath y seguimos el camino del cine malo con Triple 9 y me gustó mucho la película argentina El Clan y fui a ver un viejo clásico que cumplía años y que es una obra maestra, En busca del arca perdida – Raiders of the Lost Ark y me gustó muchísimo y me lo pasé muy bien con Eddie el Águila – Eddie the Eagle y seguimos con los películas en Indiana Jones y el templo maldito – Indiana Jones and the Temple of Doom y la racha se tenía que acabar y regresaron las mierdas con Infiltrados en Miami – Ride Along 2 y la bazofia de Es la jefa – The Boss y seguimos en lo mediocre con Capitán América: Civil War – Captain America: Civil War y recuperé la fe en los documentales cocn ¿Qué invadimos ahora? – Where to Invade Next y vimos otro viejo clásico, Indiana Jones y la última cruzada – Indiana Jones and the Last Crusade y concluímos con la sosa y aburrida X-Men: Apocalipsis – X-Men: Apocalypse.

    Por razones obvias me salto el resumen de la comida que no hubo.

    Y así transcurrieron las cuatro semanas pasadas.

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  • Luis en 28 años después – 28 Years LaterEsta no es la que rodaron con iphone?
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  • huitten en F1: La película – F1 The MovieCuando necesite un subidón de adrenalina…
  • Genin en 28 años después – 28 Years LaterPasando a toda leche!!! Salud
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  • huitten en 28 años después – 28 Years LaterMejor no opino

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