Hoja de ruta del 2022


En enero de cada año pongo mi hoja de ruta con aquello que pienso que quiero hacer y después, con o sin pandemia, no lo hago o lo cambio y adapto según me convenga, pero eso no quiere decir que no deba hacerlo, que el placer de la procrastinación es uno de los más gozosos. Esta es una tradición que se remonta al segundo año del mejor blog sin premios en castellano y que llega a la decimoctava iteración y si alguno no me cree, que todo es posible, las pueden leer haciendo clic en los enlaces de 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021

Que nadie se preocupe que entre las cosas que planeo hacer no está el dejar de escribir el mejor blog sin premios en castellano y seguiré, ahora que ya es mayor de edad, procurando publicar dos anotaciones diarias. Obviamente y tras tanto tiempo, es casi imposible ser original y me conformo y estoy tan a gustito repitiendo una y otra vez más de lo mismo. Las dos anotaciones seguirán la pauta conocida, con fotos por las mañanas de martes a viernes, el resumen los lunes y el fin de semana el objetivo es comentar cuatro películas pero con la manía neerlandesa de cerrar los cines, puede suceder y ha sucedido que comente series de televisión y hablando de las susodichas, procuraré que pasen a formar parte de la parrilla semanal. Parece que fue ayer pero estamos viendo fotos de Tailandia desde el año 2020 y aún no hemos visto ni la capital, con lo que seguiremos serpenteando por ese país y alternándolo con destinos europeos o del Reino desUnido, que no es Europa.

Las nuevas receetas que aparezcan por aquí es más que probable que sean para mi CrockPot Express, que mi amor por ese cacharro no disminuye y ha pasado a ser parte fundamental de mi dieta y tengo una lista de cosas que quiero preparar en la susodicha que es de r-escándalo. Esas recetas, por supuesto, acabarán en mi pequeño libro de recetas de cocina, que ya no es tan pequeño y en el que varias recetas han sido actualizadas para hacer con la olla exprés.

Tras un año entero viviendo la vida y cobrando el paro, que lo sigo cobrando, me tengo que tomar algo más en serio lo de buscar trabajo y conseguir uno nuevo, sobre todo porque esa es una fuente de contenido original ya que igual que otros solo ven el lado positivo de las cosas, yo me fijo mucho en los frikis que hay por el mundo.

Ya lo de viajar como que es algo del pasado y como no mejore mucho la cosa, creo que este año volverá a limitarse a desplazamientos a Gran Canaria y excepcionalmente a Málaga. Por más que tenga un trío de vacunas, moverse por el mundo está muy complicado y las cosas cambian con tal velocidad que es imposible hacer planes a largo plazo.

En lo relativo al cine, solo espero que este año vuelvan a abrir los cines holandeses antes de junio, que fue la fecha maldita del año pasado y poder regresar a mi ritmo de doscientas películas. Seguiré dejando caer por estas tierras algunas Series de TV, que recuerdo que solo comento las que me gustan porque si una no me convence, la dejo de ver, que al contrario que con el Cine, con las series no tengo que empapármelas enteras por puro masoquismo.

Seguiré con el duolingo, aunque muchos de los cursos que hago ya están en modo mantenimiento porque los he completado enteritos. Curiosamente, ahora que mayormente repaso, hago muchísimos más ejercicios que antes y es raro el día que no acumulo trescientos puntos de experiencia en ejercicios.

El año pasado comencé el podcast aquel que YO NUNCA quise hacer y me curré una primera temporada completita y tras unos meses de descanso, estamos en la segunda, con episodios cada tres semanas, como justamente el del lunes de esta semana. Seguro que todos sabemos en donde encontrarlo y confirmo que he conseguido que siga siendo algo secreto e ignorado por todos, que era uno de los objetivos que me planteé al comenzar a grabarlos. Entre mis objetivos para el año está el comenzar uno o dos podcasts más. Uno sería más bien una cutre-radionovela, una historia de ficción agitaná, que aún tengo que macerar en mi kabezón y el otro, si sucede, será una charla con alguien más durante un rato.

Todos los años digo que quiero escribir un libro y ningún año lo hago, así que lo dejo caer por aquí por tradición.

En mi hoja de ruta está el seguir haciendo ejercicio físico y el objetivo anual es llegar a los mil doscientos kilómetros en carreras de seis kilómetros y por el camino, cambiar las playeras cuando lleguen a los novecientos kilómetros de asfalto. También quiero retomar la rueda de abdominales, a la que estaba enganchado como una perra en celo pero que dejé después de que me hicieron cierta operación en la ingle y puede que vuelva al tema esta semana, dependiendo del veredicto del cirujano que me sajó y al que veré muy pero que muy pronto. Seguiré usando la bicicleta a mansalva y hasta estoy sopesando el comenzar a caminar los domingos o sábados en rutas por los Países Bajos de entre quince y veinticinco kilómetros, que aquí con todo llano no es como para ser roñosos con las distancias. Igual invito a algunos amigos para que me acompañen y pasar el día hablando y caminando.

Mi keli está recién pintada, así que esta década no creo que tengamos que ocuparnos más del tema.

Y ya no se me ocurren más cosas que dejar en esta lista, que está bien nutrida de asuntos que probablemente ignoraré.

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7 respuestas a “Hoja de ruta del 2022”

  1. Vaya … ¿Este año no hay megaproyecto como el de la buhardilla? ¿No decías que este año ibas a hacer un sótano a la casa? Decías que el suelo donde se asienta la casa era de arena y que a paladas ibas a hacerlo y tal y tal …

  2. Genín, en Holanda te dan la paga de retardado si dices que quieres hacer un sótano en tu keli. Las casas ni siquiera están sobre el suelo, están sobre pilares. Debajo de mi casa hay como un hueco de un metro y después está la arena. Si pegas la casa a la arena, hay demasiada humedad debajo y si se hiela, no es bueno para las paredes. Doverinto esnifa pachuli y no deja de decir polladas. La cantidad de sótanos que hay en todo el sureste de Utrecht es de CEROLO, ni para aparcamientos de coches. La nueva línea de metro de Amsterdam, gracias a la arena y a que están varios metros bajo el nivel del mar, costó UN MONTÓN DE BILLONES más de lo que se planificó. Aquí se va siempre hacia arriba, nunca hacia abajo.

  3. Ya me parecía a mi que la cosa no estaba clara, pero seduce eso de que sea arena y por tanto tan fácil de hacer un agujero 🙂
    Muchas gracias por la información… 🙂
    Salud

  4. Aquí el problema al excavar es el granito. No hay manera de que te pongas a dar paladas y no encuentres un pedrolo del tamaño de una montaña imposible de volar por los aires, de ahí tantos desniveles y curvas tremendas hasta en las autopistas…

  5. Genín, hay zonas, como en los pólders más nuevos (Almere, por ejemplo), en donde el ayuntamiento te obliga a reponer la arena de tu jardín. Tenía un compañero en la oficina que cada 10 años su jardín se había hundido la altura completa de un escalón y tenía que comprar varios camiones de arena para tirar encima del jardín y volver a plantar césped. Ese pólder se hizo entre 1959 y 1968 y seguramente les queda por lo menos un siglo de echar arena antes de que se asiente todo bien. Allí había mar previamente.