La semana comenzó a lo grande con cierta efemérides que recordaremos para siempre, los Ocho años de constancia en el duolingo y en La letra de chocolate explico un concepto neerlandés que ya estaba explicado, pero con la poca retención de memoria que hay por aquí, me tripito y no pasa nada. Regresan los fabulosos vídeos de buceo y lo hacen a lo grande con la Primera inmersión en Sardina del Norte, primera parte.

En Bangkok, vimos el Wat Ratchanatdaram, seguimos con El Loha Prasat, después le llegó el turno a Rama III y el Loha Prasat y acabamos con unas Campanas en el Wat Saket.

Tenemos una nueva bicicleta, que creo que es la única que con ésta tiene tres anotaciones en el mejor blog sin premios en castellano, vimos El ajuste con la Zarrapastrosa que ya he añadido al Álbum de fotos de bicicletas.

Fui a ver siete películas al Cine y por aquí comenté cuatro, comenzando con la sosa El menú – The Menu, seguimos con el masque de Al descubierto – She Said, la comedia Una herencia de muerte – The Estate fracasó en su intento y acabamos con otro fracaso, el de Bardo. Falsa crónica de unas cuantas verdades. Durante el mes de noviembre fui a ver DIECIOCHO películas al cine, pero como el total anual es tan elevado, no hay comparación posible con años anteriores. Tengo nueve pelis en la despensa, así que seguiré con el ritmo de cuatro a la semana y es hasta probable que durante las navidades cuele alguna más para no quedarme con ninguna para el año entrante. Las tres últimas semanas he ido a la filmoteca en Ámsterdam y he visto allí un montón de cine.

La comida que salió de la cocina de mi keli fue:

Y así transcurrió la semana.