Distorsiones

A veces los de la cadena de multicines a la que estoy abonado resulta que son menos tontos de lo que parece y en casos como el de hoy, estrenan una película, seguramente porque tienen algún tipo de contrato, pero vamos, que la ponen en dos multicines en todo el país y un par de sesiones por día, ya que se barruntan que aquello es un pallufo. Como es cine de terror, o eso dicen, yo hago lo imposible y hasta lo posible por ir a verlas si no tengo que pegarme toda la noche en la calle y así fue como conseguí cuadrar la peli de hoy en mi última visita a Ámsterdam. Se titula Dear David y ni se sabe si se estrenará en España, aunque de hacerlo, será como truscoluña no es nación.

Un julay julandrón se caga por las patas pa’bajo.

Resulta que un julandrón que trabaja dibujando cómics o algo así, se toma muy mal las críticas negativas en el tuiterota y se revuelve contra los que las hacen y así entra en contacto con un tal Dear David, que parece que si le haces tres preguntas, te da el finiquito y al mismo tiempo, empieza a ser acosado por el fantasma ese o algo así y las pasa canutas, se pelea con su novio que deja de empalarlo, se pelea con su amiga la china fea y hasta se pelea con la lesbo machorra que se sienta al lado suyo en la oficina. Y mientras todo eso sucede, ya ha hecho dos preguntas y le falta una para diñarla.

Supuestamente esto fue muy famoso en el tuiterota hace seis o siete años y claro, todos los bosmongolos se lo creen. La cosa es que coger esa serie de tuiterotes y convertirlos en un guion requería de alguien con inteligencia e imaginación y aquí eso no se ve ni por asomo. La historia es estúpida, el flashback al pasado para explicarla es aún más estúpido y en ningún momento da miedo o atrapa tu interés. Por razones desconocida, en lugar de centrarnos en el fantasma acosando, el director parece más interesado en mostrar que el protagonista es julandrón con novio, que su compañera de trabajo es lesbo camionera y la china es tonta y probablemente tiene una deficiencia de calcio porque no chupa demasiados pollotes y se traga la lefa. Consiguieron estirar el sufrimiento hasta los noventa minutos pero vamos, que sales del cine cagándote en todos los muertos del director, el guionista y en todos y cada uno de los protagonistas.

A mí me gustaría ver al Clan de los Orcos yendo al cine a ver una película de julandrones. Vamos, que el cine lo destrozan, pero seguro y hasta los sub-intelectuales con GafaPasta los ayudarían. Bazofia para olvidar.