Cuando en su día vimos la primera tanda de fotos de Florencia, puse varias del Duomo di Firenze pero siempre desde el suelo. En la visita de este año y desde el Palazzo Vecchio hice la foto de hoy con una preciosa imagen de la catedral y su campanario. En mi próxima parada por la ciudad, subiré a lo alto de la cúpula, que es lo único que no he hecho aún, ya que he estado en el campanario y también en lo alto de la nave de la iglesia ya que coincidió que estuvimos allí el único día del año que permitían visitar esa zona y aprovechamos para subir.
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Quedando con amigos
Después de volver de Gran Canaria y sin tiempo para nada, el Rubio me había invitado a pasar el fin de semana en su casa. Antes de eso, el viernes, había quedado con antiguos colegas que ya no trabajan en mi oficina para vernos en el Cartouche y encochinarnos a base de bien con las mejores costillas que se hacen en Europa. La velada se alargó varias horas y salimos de allí más bien templados, aunque por suerte, yo voy en la misma dirección que uno de los conductores responsables y el colega me llevó hasta la puerta de mi casa.
El sábado por la mañana negociaba con el Rubio las condiciones de la visita y entre ellas acordábamos que el domingo yo me iba con la Unidad Pequeña Número 3 al cine para ver la película Paddington, la cual y por motivos desconocidos era la que la chiquilla quería ver y que solo daban en el cine que está junto al estadio del Ajax, el Amsterdam ArenA. Como uno sabe que aparecer con las manos vacías es de truscolanes, hablé con la Primera Esposa y negocié los aguinaldos culinarios. El punto de partida era un Brownie, ya que tenía en mi casa una tableta de chocolate con un ochenta y seis por ciento de cacao que vale para hacer unos Brownie de leyenda. Añadí una docena de Magdalenas del carajo con su corazoncito de chocolate y mermelada de moras de mi jardín, que aún me quedan cuatro botes. Como de lo dulce nunca hay demasiado, añadí una doble ración de Lacitos de hojaldre y los hice el doble de grandes, para incrementar la gula y está claro que lo logré ya que la cantidad dantesca que llevé no superó los primeros trescientos segundos de mi estancia en la casa. Aunque no formaba parte de las negociaciones por no acordarme, aparecí con un montón de Suspiros que volaron desde la bandeja en los que los puse.
La vida no es solo cosas dulces y opté por llevar el ingrediente principal para la Sopa de wontón y los adultos nos comimos unas sopitas deliciosas de esas. También llevé un arsenal de Croquetas de taquitos de jamón serrano y puerro, ya fritas para no andar con movidas y comérnoslas cuando nos apeteciera. Lo completé todo con fuet, jamón serrano ibérico, un trozo de un salami de San Gimignano que está de cambarse y un pedazo de la sobrasada que me trajo mi madre de Mallorca y que todo el mundo miró con recelo hasta que la probaron y comenzó la pelea. Entre unas cosas y otras, al final resultó que la cena a la que me invitaron la suministraba yo casi en su totalidad.
El domingo por la mañana a las ocho ya estaba preparando una montaña de Pannenkoeken y como somos intelectuales, discutíamos sobre la semántica del termino y si en los últimos cambios de la lengua, es más correcto decir panneNkoeken o pannekoeken. Coincidimos con el principal diccionario holandés en que la primera versión, que se crea combinando dos plurales, sartenes y galletas, es la más correcta. Después de arrasar con los Pannenkoeken, magdalenas y suspiros que sobraron del día anterior y algo de brownie, yo me fui con el Rubio a acompañarlo en bicicleta mientras él hacía jogging. Sobre la una de la tarde me marché con la Unidad Pequeña Número 3 nos fuimos al cine en Amsterdam, se encochinó con todas las cosas que tiene prohibidas y a las cuatro de la tarde se la devolvía a sus padres en Breukelen poblacho a medio camino entre Amsterdam y Utrecht que está a unos diez minutos de su casa y en donde yo podía seguir mi ruta hacia mi casa.
Este ha sido uno de los últimos fines de semana en los que tengo actividades con la fauna local antes de comenzar las vacaciones en Asia del 2015.
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Basilica di Santa Croce desde el Palazzo Vecchio
No se puede decir que no me mola subir a una torre o campanario para ver las vistas del centro histórico de las ciudades europeas. Debo tener una cantidad de escalones subidos y bajados cercana al récord Guinness. Desde el Palazzo Vecchio hay una bonita vista de la espectacular Basilica di Santa Croce en la que entraremos próximamente. Esta es la iglesia franciscana más grande del universo conocido o desconocido y en lo referente a la basca que tiene su tumba dentro de la nave, es como la Champions League de las iglesias. El campanario que se ve en la foto no se ve desde la calle ni de coña ya que está demasiado atrás. Al contrario que muchas otras iglesias en Florencia, en esta hay que aflojar leuros si quieres entrar a verla.
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La semana pasada en Distorsiones
Ya sé que por aquí al parecer son todos miembros de organizaciones no gubernamentales con una bondad y paciencia que extiende hasta el infinito el concepto de la amistad, pero puedo asegurar y aseguro que en mi caso no Es así. El gran secreto de la semana pasada se reveló el jueves cuando casualmente confirmé que Estuve en Gran Canaria desde el jueves santo hasta ese otro jueves. Finalmente, la probabilidad de que se produzca un avistamiento se incrementa significativamente tras el Rokjesdag.
En Florencia, fuimos a ver Los frescos de la cúpula del Duomo di Firenze y seguimos viendo la Piazza della Repubblica y entramos a ver el Tabernáculo de Andrea Orcagna en la Chiesa di Orsanmichele, entramos a ver el Salone dei Cinquecento en el Palazzo Vecchio y desde el mismo palacio vimos el Duomo di Firenze desde el Palazzo Vecchio
Vimos una nueva bicicleta, o más bien volvimos a ver ya que es un modelo que pasó por aquí hace la tira de tiempo. Se trata de La bici para cargar cajas. También rellené con una nueva Cerveza y optamos por algo agradable y seguro regresando a las cervezas belgas y probando una Leffe Tripel.
En realidad solo fui a ver una película al Cine durante la semana pero como estando en Gran Canaria vi otra que debería haber cuajado en el fin de semana anterior, la incluyo en esta semana, redondeamos y decimos que fui dos veces al Cine. Comenté únicamente dos películas, una porque no tenía nada en la despensa y dos porque a partir de ahora será la norma ya que tengo que repartir todo lo que vea hasta final de mes entre este mes y el próximo, así que cortamos el chorro. Las películas que comenté fueron la aburrida The Gunman y la comedia española Perdiendo el norte. Complicó las cosas que la única película que vi durante la semana fue Paddington, o sea, fui a ver por segunda vez esta historia de un oso peruano que se muda a Londres.
El resumen con las fotos de comida sigue siendo muy limitado, sobre todo porque solo hay comida de jueves por la noche a domingo y salí a cenar por ahí dos días. Aún así tenemos esto:
Y así transcurrió la semana pasada …