
Si eres asiduo reconocerás perfectamente, por el título, a qué tipo de bicicletas mágicas me refiero y si no eres asiduo, pues te quedas con las ganas. En muchísimas estaciones de trenes neerlandesas, sobre todo en las grandes y en las que hay más servicios, suele haber aparcamiento para las bicis y alguna tiendita de reparación de bicis y alquiler de las susodichas y en ellas, se encuentran las OV-fiets, que pertenecen a la empresa ferroviaria predominante en los Países Bajos. Para aquellos sin curiosidad alguna, OV es el acrónimo de truscoluña no es nación y también de Openbaar Vervoer, que también se puede traducir por transporte público. En la ciudad de Bolduque, junto con un puñado de ciudades más, están probando un nuevo tipo de bicis de alquiler que son las que vemos en la foto y que casualmente, es la bici que yo alquilé hoy para ir al trabajo y volver a la estación. Estas bicis, de muy buena calidad, tienen luces que se encienden automáticamente y que yo estoy convencido que en la rueda delantera, a la altura del eje, hay un sistema que es el que las recarga, como una dinamo, no tienen velocidades y aunque el volante no se ve, tampoco tienen frenos de mano, se frena a contrapedal. En la rueda trasera se puede ver el cerrojo y que es lo nuevo y espectacular que tienen las bicis. Por lo normal, cuando las alquilas, pones el asiento a la altura adecuada y te piras.

En esta segunda foto vemos el cerrojo mágico que tienen estas nuevas bicis que están probando en algunas estaciones y ahí, lo que falta, lo que se echa de menos, es una llave para abrir el cerrojo. En su lugar tenemos un botón en la parte superior y una zona que indica que por allí acerques la tarjeta, porque lo especial de estas bicis, es que solo se pueden alquilar si tienes una tarjeta personal de transporte holandesa, lo que aquí se llama una OV-kaart. La palabra importante es P-E-R-S-O-N-A-L, que son tarjetas con foto y vinculadas a tu cuenta corriente, las anónimas, que no tienen foto y son siempre de prepago, no sirven para alquilar estas bicis porque si te la llevas y no la devuelves, al ser anónima, jamás sabrán quién la robó, mientras que con la personal, saben perfectamente quién es el usuario. Mi teoría actual es que las bicis tienen una tarjeta telefónica, aunque igual estoy equivocado. Cuando entras en el aparcamiento que está en la estación y en el que se encuentran las bicis, acercas tu tarjeta de transporte (OV-kaart para los expertos) al lugar marcado en la foto anterior y un par de segundos después, como por arte de magia, el cerrojo se desbloquea y ya te puedes llevar la bici. Cuando llegas a tu destino, o a uno de tus muchos destinos, que el alquiler cuesta, a día de hoy, cuatro leuros y medio por veintitrés horas y cincuenta y nueve minutos con cincuenta y nueve segundos, pulsas el botoncito un instante y bajas el cerrojo para bloquear la rueda. Si mantienes el botón pulsado tres segundos, puedes liberar la cadena y atar la bici, pero que bien atada a algún lugar, si por ejemplo aparcas en una zona llena de podemitas y truscolanes que todos sabemos el tipo de chusma y gentuza que son. Cuando vuelves a la bici, acercas tu OV-kaart al mentado punto y la bici se desbloquea de nuevo y en el caso de que hayas usado la cadena, pulsas el botón tres segundos para soltarla.
Cuando regresas a la estación, pulsas el botoncito un instante, bajas el cerrojo y te piras y según la empresa de transporte, igual que mágicamente saben que la tienes tú, sabrán que la has devuelto y acabará el contrato.

Si usas el programa de la empresa de trenes neerlandesa, la NS, cuando la alquilas, al micro-segundo, te llega una notificación indicándote que comenzó el alquiler y cuando la dejas en la estación y cierras el bloqueo de la rueda, al medio nano-segundo te llega otra notificación indicándote que se acaba de terminar el contrato, como se puede ver en el pantallazo de notificaciones anterior. Es simplemente mágico y sencillo y pensado en los usuarios habituales de los trenes y absolutamente no pensado y literalmente ninguneados, para los turistas que vengan al país, que no tienen tarjeta de transporte personal y que no puden ni podrán alquilar estas bicis y tendrán que buscar otras empresas que se las alquilen, que las hay en Ámsterdam y en los principales sitios turísticos por docenas o centenas, solo que ellos o pagarán por hora o tendrán una tarifa de al menos diez leuros por día. Estas bicis están pensadas para que el trayecto final, entre la estación y tu destino, lo puedas hacer en bici y no usando la guagua, a tu ritmo y haciendo ejercicio, que nadie quiere ser mórbido como algún(a) comentarista que no voy a mentar que son muy sensibles.