Distorsiones

Vamos con otra serie española que me gustó muchísimo y esta es bastante reciente, que su última temporada fue en el 2019, con lo que acaba prácticamente de terminar. Supe de la existencia de esta serie al poco de comenzar, cuando visité Málaga en junio del 2015 y la gente hablaba de la misma y ya al regresar a casa, hice mis deberes, la encontré y me puse las pilas. Se trata de Allí abajo.

Un julay del norte se baja a Sevilla de vacaciones con la madre que lo parió, que acaba en un coma profundo en un hospital de la ciudad y allí se encoña de una enfermera y se pasarán el día tira y afloja con mucha tensión sexual y con el encontronazo brutal de las dos maneras opuestas de ver la vida en el norte de España y en el sur. A su alrededor, amigos, conocidos, vecinos, primos y demás familia crearán un ecosistema de historias secundarias muchísimo más interesante que la historia principal. Quiero confirmar y confirmo que yo soy super-fans de María León, que creo que es una de las mejores actrices cómicas españolas. Durante las cinco temporadas que hicieron, la vida de los dos protagonistas se complicará, vivirán en el norte, volverán al sur, se pelearán, se arrejuntarán de nuevo y siempre tratarán de mantener su tensión sexual, con más o mejor suerte pero lo que sí que nunca falló fue la banda de amigotes del norte que son puro cachondeo y lo mismo con los empleados del hospital de Sevilla y las vecinas de la keli de la protagonista, un puñado de verduleras ordinarias que han reescrito la dinámica de las escenas cómicas en televisión y reconozco que en algunos episodios me reí tanto que tuve que detener el episodio para frenar el ataque de risa. Para mí lo más grande de esta serie son las tramas secundarias, chutes ligeros pero más incisivos que la historia principal, que tenían que estirar durante demasiados episodios y al final se resentía. Me quedó pena que la serie terminara pero ya en la última temporada se veía que se les habían acabado las ideas y ya no sabían por donde seguir.

Es una serie cómica bien hecha y que cumple con su objetivo. Además, para aquellos que crean que la lengua española es una y solo una, se llevarán una gran sorpresa.

Para mí, uno de los descubrimientos más grandes desde el exilio nórdico fue un día que no sé ni como pero seguramente estaba de visita en España, vi un episodio de la serie que voy a comentar hoy y aluciné en colores. Después la encontré en algún lugar de las redes y creo que como cada episodio duraba lo que una película, estuve al menos tres años viendo las diferentes temporadas, únicamente cuando me iba de vacaciones a Asia y este era mi acompañamiento. Se trata de Física o química, que para mí, seguramente es la mejor serie española de la historia del universo.

A lo largo de siete temporadas, las tramas se retorcieron mucho y algunos de los que salen en la foto cambiaban frecuentemente de pareja, se marikitizaban y se curaban del marikitismo, se lesbianizaban y volvían al cipote y mucho más. Esto era un instituto en el que los chiquillos, por chingar, hasta chingaban con los profesores, que algunos no le hacían ascos a los alumnos. La serie tenía una dinámica muy compleja con tantos protagonistas pero siempre había algo especial, tenía buena música e incluso en las últimas temporadas cuando ya resultaba difícil creer que esa gente podía seguir en el instituto, era fabulosa. En el camino desde la primera hasta la séptima temporada, algunos desaparecieron, algunos murieron (o los mataron) y llegaron caras frescas pero siempre, siempre, siempre, tuvimos un grupo central que cambió muy poco. Es una de las series de adolescentes que mejor han tratado movidas dramáticas, los guiones eran fabulosos y toda esta gente sabía actuar muy bien. Hubo momentazos antológicos como cuando uno anuncia al resto que tiene cáncer y ahí lloraron hasta los desiertos más secos del mundo. Varios de los actores y actrices que aparecen aquí se encuentran entre mis favoritos y sigo sus carreras con gran atención. Ana Milán era mi favorita entre las profesoras y entre los estudiantes, me fascinaba Andrea Duro, que hacía de estudiante verdulera y lo bordaba y Maxi Iglesias, que siempre tenía algún trauma en su cabezón.

El tema original de la serie, la canción de Despistaos, creo que está al menos en cuatro versiones distintas en mi biblioteca musical y todas y cada una de ellas me gustan. Seguramente estuve año y medio tarareando esa canción día tras día.

Si quieres ver una buena serie con adolescentes y todos sus problemas, esta es definitivamente la mejor. Yo diría que puede gustar a cualquiera, incluso a los más pedantes.