Tenemos otra foto del castillo de Devín y en esta está el pozo con gente alrededor intentando suicidarse y el edificio que está a la izquierda fue añadido posteriormente, cuando ya se estilaban más los palacios. En las ruinas restauradas de ese edificio hay un pequeño museo que se puede visitar. El castillo está rodeado por una muralla que está restaurada y recuerdo que caminé cerca de la misma hasta acercarme a la zona del embarcadero en el que nos dejó el barco.
Dentro del gran esquema del universo, hay un capítulo especial escrito para El nacimiento de una buhardilla y si quieres que se te cambe la peluca, tienes que ver uno o los dos vídeos de La buhardilla de pe a pa, creados a partir de OCHO MIL QUINIENTAS CINCUENTA Y SEIS fotos hechas durante la instalación de la susodicha a un ritmo de treinta por minuto. En La mía es más grande hacemos una odiosa comparación que gano yo y seguimos con la buhardilla en Después de su advenimiento. Por cambiar un poco de tema, filosofé económicamente en Cuando estoy al otro lado
Salimos de Bratislava en una excursión y estamos Llegando a Devín y desde allí vimos El Danubio desde lo alto del castillo de Devín y descubrimos La torre de la doncella y el Danubio y nos quedamos en La torre de la doncella desde abajo. Aún queda una semanita con más fotos antes de concluir esta serie.
Excepcionalmente y viéndola en la tele, hablamos de una película de Cine, la maravillosa La Liga de la Justicia de Zack Snyder – Zack Snyder’s Justice League y seguimos con las series con la fantástica La maldición de Hill House – The Haunting of Hill House y seguimos con Castle Rock para acabar con las adictivas Crónicas vampíricas – The Vampire Diaries.
Y la comida que salió de mi cocina fue:
Y así transcurrió la semana.
Es que no sé ni como no había hablado de la serie que voy a comentar cuando estuve enganchado a esta serie como una perra en celo desde el primer episodio hasta que acabó ocho años más tarde y aún a día de hoy sigo una de las series que surgieron de la misma, aunque tengo que reconocer que a estos no les tengo la misma devoción. Esta trata uno de mis temas favoritos, los vampiros, que yo de siempre he creído que un día me va a encontrar uno y me va a ofrecer convertirme y así vivir en la noche y tomar el sol con una lámpara de esas que pones en tu keli. Se trata de The Vampire Diaries y en España la conocieron como Crónicas vampíricas.
Esta es la historia de los hermanos Salvatore, Stefan y Damon y de como regresaron a Mystic Falls en Virginia, a la keli que tienen allí y de la que se van después de unos años y vuelven unas décadas más tarde porque la tropa se mosquea si ve que no cambian. Son vampiros y el Stefan se acaba encoñando en el instituto de una pava llamada Elena Gilbert, que acaba descubriendo que es un vampiro pero como que se acostumbra al tema y tá-quí-cual. La cosa se complica con los años y Elena se cansa de Stefan porque es muy meloso y buena persona y si le pide que le coma el potorro se le echa a llorar porque le afecta a su sensibilidad y la Elena acaba con Damon, que es un malaje que no veas, exactamente lo contrario que su hermano y que no tiene problema alguno con comer marisco ni aunque huela. Durante todos esos años, una gran parte de la basca que los conoce acaban transformados en vampiros, hombres lobos y hasta en chusma y gentuza de la peor y por el puto poblacho pasa cada semana algún malaje al que hay que matar o neutralizar, incluyendo a una familia, los Originales, que eran vampiros de lo peor de lo peor, posiblemente truscolanes y podemitas. En los años que pasaron en el instituto, que fueron muchísimos, el instituto tenía un programa educativo muy avanzado y cada semana había un fiestote que no veas en el capítulo semanal, era increíble como estos no pisaban una clase ni jartos de güiski de garrafón. En un momento determinado se les veía tan puretones que los tuvieron que poner a algunos en la universidad pero en una que también tenía fiestas semanales para que no perdieran el fondo adquirido a fuerza de entrenarse. Esta era una serie para disfrutar sin más pretensiones y gracias a la cual he descubierto una parte importante de las canciones que están en mi biblioteca musical y que aparecen con frecuencia en esas maravillas de vídeos que hago de buceo y de aviones.
No creo que le guste a mucha gente porque ya se sabe que no se hizo la miel para la boca de los cerdos. Para mi, este era el lugar para olvidarte de todo y tener tres cuarto de hora de puritita fantasía.
Si cuando escuchas hablar de Castle Rock no se te llena el cabezón de imágenes, momentos, historias, para mí que podrías cobrar la paga perfectamente porque tienes una minusvalía que seguramente ya sea muy tarde para tratarla. Ahora que los universos televisivos y cinematográficos están tan de moda, hay un universo literario antiquísimo que tiene en su centro a Castle Rock, el lugar en el que muchísimas de las historias de Stephen King se cruzan. Es un villorrio inventado por él y ubicado en Maine. La serie televisiva con ese título también se ha podido ver en España y aunque pensaron en titularla truscoluña no es nación, al final dejaron el nombre del lugar en original.
Piensa en dos o tres de las novelas de Stephen King y es muy probable que de alguna manera, esta ciudad imaginaria de Maine aparezca y en esta serie cogieron personajes de todos los libros de Stephen King y los trajeron a esa ciudad para imaginar nuevas historias. Por supuesto y como sucede siempre con este autor en sus adaptaciones televisivas, el terror brilla por su ausencia pero la atmósfera y la detallada complejidad de sus historias sí que está presente. Solo se hicieron dos temporadas y de ellas, me quedo sin dudarlo ni un nanosegundo con la primera, que giraba en torno a The Kid, interpretado por Bill Skarsgård y que venía de haber sido Pennywise en It y en It: Capítulo 2 – It Chapter 2, con lo que este actor ya está empotrado en este universo hasta el fin de los días. Esta serie es un lujo para los fans de Stephen King ya que descubrimos en las calles de esa ciudad a personajes que conocemos de sus libros. Tiene la magia y la decadencia de las historias de miedo pero les faltó el meter unos cuantos cientos de litros de sangre y algo más de violencia. Si llegas a este universo sin haber hecho tus deberes, seguramente mucho de lo que sucede se te escape y acabes perdiendo el interés.
Yo diría que cualquier miembro del Clan de los Orcos que se precie no está interesado en algo así, mayormente porque no saben leer y seguramente lo único que han visto es algunas de las películas basadas en libros de Stephen King. Esto es un placer para aquellos que aprecian al mejor autor vivo norteamericano.
