
La arquitectura de los centros comerciales en los países del sur de Asia es bastante diferente a los que hay en los Países Bajos, que son pocos y suelen tener como mucho una o dos plantas o incluso en Gran Canaria, en donde también se tiende a un reducido número de plantas con la diferencia que hay muchísimas más terrazas e incluso zonas al aire libre. En Asia, los centros comerciales son cerrados, no hay nada expuesto al exterior porque allí se vive en los treinta grados y la lluvia frecuente y abundante, eso sí, les jincan un montón de plantas y después, en dos o tres lugares, tienen estos pozos que permiten ver todo lo que hay debajo y en las plantas bajas (o en los sótanos, que a veces lo que vemos abajo del todo es en el sótano), organizan eventos y todo el mundo los mira por estos patios improvisados y frescos, que en esos edificios el aire acondicionado funciona en modo huracán a dieciséis o diecisiete grados, con lo que no hay calor, pero tampoco creas que es una gran ventaja, que lo que sí que hay es el hedor a sobaco por todos lados, que prácticamente todos los locales viven sin aire acondicionado y aunque allí están fríos, la nube tóxica que los rodea no desaparece y puedo confirmar y confirmo que en ocasiones he huido de algún empleado que se me acercaba porque el sudor macerado tenía un olor tan intenso que no podía soportarlo. En Bangkok hay un montón de estos centros comerciales, como en Kuala Lumpur, todos con su multicines, su zona de bares y restaurantes y todas las tiendas que conocemos de las calles comerciales europeas más algunas que vienen de Japón y de gringolandia y que no están en Europa y por supuesto, algunas cadenas locales. Si tuviésemos centros comerciales como este en los Países Bajos, hoy estaría petado hasta la bandera ya que todos estaríamos ahí dentro tratando de sobrevivir al calor infernal que se ha posado sobre el país y que nos ha llevado a temperaturas cercanas a los cuarenta grados y pese a lo que informa el gobierno y los médicos, la estupidez es infinita y algunos de mis vecinos están con puertas y ventanas abiertas y sentados en el jardín, en donde no hay diferencia significativa de temperatura entre zonas soleadas y a la sombra, ya que el calor está en el aire que llegó del sur.