Siguiendo con esta semana autobiográfica y para no romper la tónica, vamos a acabarla a lo grande si es que todo el alcohol que llevo en la sangre desde hace cuarenta y ocho horas me lo permite.
Llegué a Holanda el domingo por la noche (o el lunes a primera hora del alba) y fue pasar del sol y el calor y todas esas cosas del verano a la temporada de lluvias de Bangalore y al frío otoñal. He tenido que volver a sacar el edredón porque los catorce grados que había esta mañana se notan cuando estás durmiendo con una sábana ligera y te despiertas en medio de la noche aterido de frío y con los huevos del tamaño de un maní. Dicen que mañana y el domingo tendremos buen tiempo y a partir del lunes la temperatura cae hasta los diez grados de mínima. Este mes de Julio acabará por romper todos los récords habidos y por haber. Mi jardín es una enorme piscina llena de caracoles que han creado hasta autopistas por las que se mueven impunemente hasta que yo vuelvo a casa y si los pillo los aplasto sin piedad.
Quizás sea por el clima, quizás porque estoy mudando toda mi piel y parezco una gigantesca máquina productora de caspa o quizás porque algunas piezas han terminado de encajar en algún lugar de mi cabeza y han disparado la secreción de hormonas anómalas, lo cierto es que comienzo a asumir que es hora de cambiar de trabajo, que ha llegado el momento de recoger las cosas y cerrar ese correo que llevo escribiendo desde el año 2001 y en el que pongo todas las películas que veo y que en la actualidad tiene cuatrocientas ochenta y nueve películas distintas. Puede que el número mágico sea el de quinientas y cuando lo supere tengo que encontrar un nuevo lugar para trabajar y repartir felicidad a mí alrededor, abrir flores que esperan pacientemente que alguien libe de ellas su mejor néctar y romper mil y una barreras que algún malvado ente ha puesto por ahí y que seguro que yo deshago con una sola mirada.
No sé de donde sale tanta energía positiva pero me gusta, me encanta esa sensación de que puedo ser fuego, puedo ser aire, puedo ser agua, puedo ser cielo, puedo ser tierra, puedo ser luna, puedo ser sol, puedo ser espacio, puedo ser todo, puedo no ser nada, puedo bailar, puedo cantar, puedo brincar, puedo correr, puedo amar, puedo gritar, puedo girar, puedo conquistar, puedo ganar, puedo vencer, puedo ser aquello que quiera, puedo llegar allí adonde me propongo, LO PUEDO TODO.